Pese a que la región requiere avanzar de fase para poder reactivarse económicamente, la pandemia de coronavirus no cede en Tarapacá y el número de casos sigue alto.

Ayer la región tuvo 34 contagios diarios, nuevamente sobre los 10 casos por cada 100 mil habitantes, lo que hace muy complejo llegar todavía a la Fase 3, tan ansiada por todos.

El Colegio Médico también lo ha mencionado, explicando que con los indicadores actuales difícilmente podremos salir de la transición y, lo que es peor, podríamos retroceder a cuarentena, una fase que se extendió por casi cinco meses.

El verano se acerca, como también las fiestas de fin de año, donde la economía local se comienza a activar, pero si la comunidad local no pone de su parte y trabaja en mejorar el distanciamiento, será muy complejo que podamos llegar a esas fechas en mejores condiciones.

La Cámara de Comercio ha manifestado la necesidad de potenciar las ventas, como también el turismo requiere que se puedan mejorar las condiciones para poder abrir restaurantes y otros recintos que permitan acoger a los turistas nacionales.

Si bien muchos negocios ligados al turismo ya tienen armados sus protocolos, si es que los casos no bajan será muy compleja la reactivación, lo que conlleva a que muchos puestos de trabajo queden en espera.

Ayer el Ministerio de Salud aclaró que el uso de la mascarilla no será necesario para baños de sol en las playas, lo que sin dudas es un aliciente para quienes estaban con la incertidumbre respecto a cómo será el verano en esta nueva normalidad.

Si no tomamos las medidas necesarias, será muy difícil que podamos cumplir con las expectativas para este verano, lo que sería muy triste en el principal destino estival del norte grande de Chile.

Los tarapaqueños deben estar más unidos que nunca si se quiere recobrar cierta normalidad que permita vivir con mejores expectativas los próximos meses y de apoco ir dejando atrás una pandemia que ya se llevó más de doscientas vidas y que dejó miles de contagiados hasta ahora. Es una tarea donde todos suman.

"Si no tomamos las medidas necesarias, será muy difícil que podamos cumplir con las expectativas para este verano".

Desde 1989 hasta este domingo en la noche, los actos electorales se terminaban con una constante: todos los partidos ganaban y nadie perdía. La ciudadanía miraba desde lejos largos y agotadores debates sobre cuotas de poder partidistas, mezquinas e irrelevantes a su existencia cotidiana. Este 25 de octubre se instala una sensación que hay una sola y gran perdedora: la elite política y económica que dirige el país. Se ha cerrado de modo contundente el corto ciclo que se inició el 18 de octubre de 2019 y Chile se ha pronunciado por un camino de cambios que busca una nueva manera de ordenar la sociedad.

Se nos dijo que el país estaba dividido y polarizado entre odios y violencia al borde del abismo social, y los resultados electorales nos dicen otra cosa, a pesar de la clara diferencia de tres comunas de la capital. La inmensa mayoría de quienes participaron en el plebiscito quieren un país más justo, de mayor equidad, y de real democracia. Que el estado abandone su rol de observador y asuma en definitiva su responsabilidad hacia su población. Salud, educación, previsión, vivienda social y servicios básicos, deben dejar de ser un negocio que han enriquecido a unos pocos. Que la inclusión en todas sus dimensiones (género, pueblos originarios, diversidad sexual,…) sea una realidad.

¿Y ahora qué? Bueno, el triunfo de la opción convención constitucional impone el desafío de reinventar la manera de hacer política, desterrando formas que agotaron a la ciudadanía. Es un momento donde algunos quieren ser candidatos, pero cuando surjan nombres, hay que ver su historia, su legado, su trayectoria, su testimonio de vida. Deben explicar por qué y para qué quieren ser candidatos. Es el momento de decir con qué temas se debe construir el futuro.

La madurez cívica demostrada por la inmensa mayoría de quienes votaron, debe darnos la tranquilidad que entre todas y todos podemos construir un país más justo, más equitativo, un país para todas y todos y no para unos pocos.

"La madurez cívica demostrada por la inmensa mayoría de quienes votaron, debe darnos la tranquilidad".

Alberto Martínez,, rector Universidad Arturo Prat

Los taxis de Zofri instalaron una cortina plástica entre el chofer y los pasajeros, las nuevas app podrían tener opciones similares con el fin de reducir los contagios. Las buenas ideas se copian y se pueden mejorar.

Adaptarse

Los módulos en mall Zofri, al menos debieran tener listas de precios e imágenes de productos en sus vitrinas con el fin de que el cliente pueda ver antes de hacer la fila para entrar. La nueva normalidad exige creatividad y adaptación, hay que moverse.

No levantar al noqueado

Muchas veces a los equipos grandes les basta un triunfo para levantarse y salir de la mala racha. Es de esperar que en esta ocasión Deportes Iquique no sea el causante de esto y que demuestre sus avances con un buen partido ante Colo Colo. Se puede ganar en Santiago.