"El día que me aburra de jugar, dejaré de trabajar como actriz"
La actriz argentina Cecilia Roth aborda el inesperado éxito de un estreno en pandemia.
Efe
Cuando la actriz argentina Cecilia Roth habla sobre su profesión, 44 años después de su primera película, se refiere a ella como un "juego", porque para ella todavía es como cuando era pequeña y dirigía a su hermano, el cantante Ariel Rot, en pequeñas obras que ella inventaba.
"El día que me aburra de jugar, pues dejaré de trabajar como actriz, pero por ahora me divierto mucho, me ilusionan los proyectos por ahí (...). Es un oficio que elegí casi sin elegir, porque de niña era lo que hacía, 'jugar', y mi frase era 'lo convertimos en verdad', entonces convertíamos el juego en verdad, con mi hermano, pobrecito, que sufrió toda la infancia", reflexiona y bromea Roth en una entrevista con Efe.
La ganadora de dos premios Goya por sus papeles en "Martín (Hache)" (Adolfo Aristarain, 1997) y "Todo sobre mi madre" (Pedro Almodóvar, 1999, que ganó el Oscar a Mejor película extranjera), cree además que "el remanso del oficio" la hace "estar en otra dimensión" en la que se olvida del "horror que es la condición humana".
"Y del horror de lo que nos estamos convirtiendo (...). Hay momentos en los cuales me duele profundamente lo que pasa en Argentina y lo que pasa en el mundo, es inevitable para mí", dice la actriz que ha pasado la pandemia de coronavirus en Buenos Aires y reside entre la capital argentina y Madrid.
La también poseedora de un galardón del Cine Europeo ha experimentado estos meses el éxito inusual de una película estrenada durante la pandemia.
FENÓMENO EN NETFLIX
"Crímenes de familia", de su compatriota Sebastián Schindel, tenía su fecha de estreno en cines tradicionales este 2020, pero el covid-19 obligó a cambiar los planes y, en vez de posponer el lanzamiento, los responsables del filme apostaron por que se pudiera ver desde el pasado 20 de agosto en la plataforma pública argentina Cine.ar y a nivel mundial en Netflix.
Fue cuestión de días que el largometraje, inspirado en hechos reales y que versa sobre la violencia machista y el clasismo en la sociedad argentina, accediera a los rankings de las películas más vistas en la plataforma de Netflix en varios países.
Roth apunta que "seguramente no hubiera tenido este movimiento tan fuerte que tuvo" de haberse estrenado en el cine tradicional, aunque reconoce que le habría gustado verla "en pantalla grande".
"Pero Netflix y todas las plataformas tienen la capacidad de llegar a todos los espectadores que se les antoje, no se pueden contar todos los espectadores a los que llega. Primero me abrumó un poco la sensación de que 'guau, qué rápido es todo esto'", afirma.
También cree que la película "ha pegado porque tiene una gran posibilidad de identificarse con momentos muy concretos de la actualidad, que es los temas de género y de la justicia".
En la producción, Roth hace el papel de Alicia, una ama de casa de una familia adinerada de Buenos Aires que se ve envuelta en dos procesos judiciales que afectan a su familia y que tiene que lidiar con sus ideales y su manera de actuar hasta el momento para intentar afrontarlos.
El revuelo alrededor de "Crímenes de familia" continuará al menos unos meses más, porque la película ha sido seleccionada por Argentina para la categoría de mejor película iberoamericana en los próximos Premios Goya (febrero).
Dos meses más tarde será la entrega de otros premios, los Oscar, para los que el país austral todavía no ha confirmado la candidata que propondrá, pero donde el filme de Roth aparece como uno de los favoritos.
TAMBIÉN MAESTRA
Mientras se dirime el futuro de "Crímenes de familia", ella se seguirá "cuidando mucho" como hace desde marzo, al tiempo que dedica espacio a proyectos teatrales e incluso a la enseñanza artística a través de una clase maestra auspiciada por espaciopotencia.com, el próximo 31 de octubre.
"Me parece que es un trabajo sumamente interesante porque tiene que ver con dirigir desde tu experiencia, desde tu formación (...)", recalca Roth, quien considera que cada actor tiene "una especie de autométodo" en el que cada uno "va sacando la hojarasca y quedándose con las cosas más esenciales".
Roth sentencia que "es muy injusto que no seamos trabajadores esenciales, de verdad. La cultura es esencial en este momento, es lo que acompaña".