Patricio Iglesias P.

Ayer ingresaron 106 personas por Huara y 14 por Colchane, 120 en total, siendo controlados por la autoridad sanitaria y remitidos a un albergue junto a otros extranjeros.

Jefferson (nombre utilizado para esta nota) tiene 30 años, es venezolano y viajó 72 días para llegar a Iquique.

Salió desde San Francisco, Maracaibo, junto a su esposa, contadora de profesión, una hija de 2 años y su hermano. En su ciudad trabajaba en un supermercado.

Hoy venden dulces en calle Vivar frente al supermercado Unimarc y personas en silencio le entregan mil pesos, para seguir su camino, sin recibir las golosinas que el venezolano tiene en su mano.

Jefferson y su clan ingresaron a la región por un paso ilegal, se entregaron a Carabineros en Colchane. "El viaje fue duro, después nos dejaron 15 días en una residencia sanitaria. Lo que colecto en dinero lo uso para dormir en una pieza con mi esposa y mi hija".

Dice que su objetivo es seguir a Santiago, pero ahora no puede moverse y lo único que atesora son sus documentos que también ve difícil validar en la embajada de Venezuela. Pide paciencia, "porque si viajamos fue porque estábamos desesperados en mi país", acotó.

Al frente, Jairo (también un nombre utilizado para esta nota), llegó hace unos días desde Arica: "mi objetivo es quedarme en Iquique, trabajé en un laboratorio".

Estadísticas

Ellos forman parte de los extranjeros que este año han ingresado de forma irregular por las fronteras de la región.

En ese contexto, Carabineros explicó que, en comparación a 2019, este año se ha registrado un aumento de 65% en las detenciones por infracción a la Ley de Extranjería.

Según la institución, se han materializaron 593 detenciones, a diferencia de las 359 del año pasado. Además, la mayoría de los extranjeros detenidos por ingresar al país de forma irregular son de nacionalidad venezolana, alcanzando las 289 aprehensiones; seguidos por los bolivianos con 193 y colombianos con 49.

El subprefecto Rural Fronterizo (s) de la Prefectura Iquique, mayor Mario Palma León, indicó que en la región Carabineros "tiene el resguardo 363 kilómetros de frontera que nos une con Bolivia, dentro de los cuales tenemos 79 hitos fronterizos y 32 pasos no habilitados".

El oficial precisó que se mantienen patrullajes de soberanía y preventivos en los controles fronterizos que corresponden a la subcomisaría Colchane, las Tenencias Pica, Ujina y Huara y los retenes Cancosa y Quillagua, los que están siendo apoyados por personal del Ejército y la PDI, bajo complejas condiciones climáticas y geográficas que presenta esa zona.

Carabineros precisó que de acuerdo al modus operandi de los migrantes ilegales, estas personas ingresan al país por pasos no habilitados, quedándose en primera instancia en los poblados más cercanos y que, posteriormente, se acercan a sectores urbanos, siendo detectados también en las comunas de Huara, Camiña, Pica, Iquique, Alto Hospicio y Pozo Almonte.

Una vez que se procede a su detención, la institución informa a la Fiscalía correspondiente del procedimiento, a la autoridad de salud para el sumario sanitario y son entregados al Departamento de Extranjería de la Policía de Investigaciones.

Carabineros comentó que ante la compleja situación que atraviesa la mayoría de estas personas migrantes ilegales, "nuestro personal no solo procede a su detención, sino que debido a su situación humanitaria y a que la mayoría de las veces viajan acompañados por menores de edad, se les ha otorgado alimento y refugio, mientras se desarrollan los procedimientos correspondientes a estos casos, velando así por la salud e integridad física de dichos inmigrantes".

39 Pasos no habilitados, asegura Carabineros, existen en la región de Tarapacá.

cronica@estrellaiquique.cl

La doctora en modelos y áreas de investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Arturo Prat, Romina Ramos, aseveró que los flujos migratorios que se están viviendo en la zona son efecto del cambio que en 2018 se realizó a la visa consular, en especial para ciudadanos haitianos y venezolanos y el cambio que se hizo a estos últimos por la denominada a la visa de responsabilidad democrática.

La académica explicó que esto ha estimulado un proceso de irregularidad y que en el marco de la pandemia se ha visto reflejado.

Ramos manifestó que "los flujos más altos de migración de ciudadanos de este país se dieron y siguen dando en Colombia y Perú, incluso en el primero hay hasta un millón de ingreso de venezolanos y le sigue Perú, pero en nuestro país hay un registro de 200 mil personas".

Para la académica, en el tenor de declaraciones de personeros y autoridades, "la migración ha sido utilizada como un arma política para justificar la mala gestión de la pandemia en Tarapacá".

Llamó también a formular un plan de albergue que pueda responder a requerimientos internacionales y la importancia que la situación puntual que se vive en la región se aborde en el marco de una crisis internacional, que también se refleja en Europa y otros países de Sudamérica: "en esto es necesario tener en cuenta que Chile no es una isla".