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Actualmente la oferta de desinfectantes de manos es bastante amplia debido a los tiempos que corren. Sin embargo, no todas las alternativas son igual de efectivas contra bacterias y virus, que es lo que más se quiere combatir hoy.

¿Qué debe tener un desinfectante de manos para ser realmente efectivo? Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. sugieren optar por uno que contenga principalmente alcohol y que tenga pocos ingredientes más.

De acuerdo a estos organismos, los productos desinfectantes de manos deberían tener al menos un 60% de alcohol etílico, o bien un 70% de alcohol isopropílico. Asimismo, está aprobado que incluyan otros componentes como agua destilada estéril, peróxido de hidrógeno y glicerina, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

Por otra parte, los expertos recomiendan evitar cualquier producto que contenga metanol o 1-propanol, ya que ambos pueden ser altamente tóxicos. La FDA advirtió que hay que tener cuidado con los desinfectantes incluidos en envases de alimentos y bebidas, ya que ingerirlos accidentalmente puede ser muy peligroso para la salud.

No sustituir el alcohol

Las autoridades sanitarias también piden evitar los desinfectantes de manos que sustituyen el alcohol por cloruro de benzalconio, que es menos efectivo a la hora de matar ciertas bacterias y virus. La fabricación casera de su propio producto tampoco está recomendada en absoluto, puesto que una mezcla incorrecta de los distintos químicos puede ser ineficaz o causar quemaduras en la piel.

Por otra parte, hay que recordar que el desinfectante de manos solamente debe usarse cuando no exista la posibilidad de lavárselas con agua y jabón, señaló Barun Mathema, investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Columbia.

Lavarse las manos con agua y jabón siempre es mejor que los desinfectantes para eliminar gérmenes.

El mundo se acerca al límite de temperatura determinado por los gobernantes del mundo hace cinco años y podría superarlo en la próxima década. Según un informe emitido por las Naciones Unidas, en los próximos cinco años el mundo tiene una probabilidad de uno entre cuatro de conocer un año lo suficientemente caliente para elevar la temperatura global en 1,5 grados por encima de la época preindustrial.

Ese aumento es el más estricto de dos límites fijados en 2015 por los gobernantes del mundo en el acuerdo de París para combatir el cambio climático. Un informe científico de la ONU en 2018 dijo que el mundo es capaz de sobrevivir a un aumento de temperatura aún mayor, pero que los peligros crecen enormemente. Este año se registraron temperaturas récord de 54,4 grados centígrados en Death Valley, California y de 38 grados en Siberia.

El calentamiento ya registrado ha "incrementado las probabilidades de eventos extremos que no tienen precedentes en nuestra experiencia histórica", dijo el climatólogo Noah Diffenbaugh, de la U. de Stanford.

Por ejemplo, el calentamiento global histórico ha incrementado las probabilidades de temperaturas récord en más del 80% del globo y ha "duplicado o incluso triplicado las probabilidades en la región de California y el oeste de Estados Unidos, que ha experimentado calor récord en las últimas semanas", añadió Diffenbaugh.

La temperatura mundial aumentó 1,1 grados centígrados desde fines del siglo XIX y los últimos cinco años han sido más cálidos que los cinco anteriores.

Beber ocho o más bebidas alcohólicas a la semana puede aumentar el riesgo de presión arterial alta (también llamada hipertensión) entre los adultos con diabetes tipo 2, según una nueva investigación publicada en el Journal of the American Heart Association (Revista de la Asociación Americana del Corazón).

Para el estudio, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest (EE.UU.) examinaron la relación entre el consumo de alcohol y la presión arterial en más de 10,000 adultos con diabetes tipo 2, hallando una asociación entre un consumo moderado de alcohol (8 a 14 bebidas por semana) a alto (15 o más) y la presencia de hipertensión.