No es la solución
No soy de aquellos que cree que en Chile todo está mal y que el sistema ha fracasado, basta ver las cifras de la evolución que ha tenido el país en los últimos 30 años, el PIB per capita se multiplicó por 5, la pobreza bajó del 68% a un 8,6% y a un 2,3% la extrema pobreza, la inflación dejó de ser un titular y hemos tenido una política fiscal ordenada que ha permitido ayudar a los sectores más vulnerables cuando se ha requerido. La esperanza de vida aumentó de un 72,7 a 81,8%, la mortalidad infantil disminuyó de 16 a 7%, la escolaridad subió de 8,6 a 11%, la clase media pasó de ser un 27% a 65%. Pero no se trata solo de números sino de justicia económica- social en que el país avance en disminuir la pobreza, la desigualdad y aumentar la movilidad social y las oportunidades.
Las pensiones, en Chile son excesivamente bajas, son malas y no permiten a las personas afrontar la última etapa de su vida con dignidad. Por ello se trabajaba en el Congreso en un proyecto para mejorarlas, aumentando en forma importante el ahorro previsional por parte del empleador en un 6% y con un aporte del Estado para mejorar las pensiones actuales y futuras, pues la coincidencia de todos los sectores era que las pensiones debían aumentar. Hoy la crisis producto del COVID-19 ha generado una baja en los ingresos de gran parte de los chilenos, se han tomado medidas, que involucran más de 30 mil millones de dólares, sin embargo hay todavía un sector, la clase media, que requiere ayuda y ésta ha tardado. Pero el proyecto del retiro del 10% de los fondos de las AFP no es la solución, por el contrario ello es un retroceso. Se ha señalado que quienes estamos en contra defendemos las AFP, eso es mentira defendemos un sistema de ahorro individual con componentes solidarios, pero por sobre todo defendemos las futuras pensiones de los chilenos. Este proyecto disminuirá las pensiones aún mas, beneficiará a quienes más ahorros tienen, es regresivo, hipoteca las pensiones futuras, cambia la finalidad del ahorro previsional, entrega un uso político al ahorro de todos, dará un alivio transitorio a las personas, pero constituye un grave daño a largo plazo.
Yo rechazaré y trabajaré para mejorar el proyecto de ayuda a la clase media para que sea mas amplio, de fácil acceso, sin letra chica, una ayuda real a quienes lo necesitan sin daños futuros. Mi obligación como parlamentaria es representar y ser la voz de mi región, pero actuado con responsabilidad, defendiendo el Bien Común con especial preocupación en los más necesitados, respetar las reglas y alejarme de todo populismo que por atractivo que sea termina causando un daño inimaginable.
"Yo rechazaré y trabajaré para mejorar el proyecto de ayuda a la clase media".
Luz Ebensperger,, senadora