EDITORIAL
Brechas tecnológicas y transformación
De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadísticas, el desempleo en el país se ubica en el 9,0%, la cifra más alta en una década. Desafortunadamente, los expertos proyectan que la situación será todavía más compleja y sobrepasará los dos dígitos, lo que se traduce en un duro golpe para miles de hogares.
Además de las lamentables consecuencias sanitarias y económicas que ha generado la pandemia del coronavirus, este nuevo escenario está revelando qué tan preparado estaba el país para enfrentar un cambio radical en las relaciones que desarrollan las personas en diversas áreas del quehacer humano.
Más allá de la compleja situación actual, hace bastante tiempo que el mundo había iniciado profundos cambios relacionados con la producción y el comercio. Este proceso se sustentaba en el cada vez más dinámico desarrollo de las nuevas tecnologías, donde la digitalización y la inteligencia artificial se posicionaron como piezas claves.
Si bien la pandemia aceleró la incorporación del trabajo a distancia en la vida de millones de chilenos, esta forma de empleo ya se acercaba a paso agigantado. No obstante, la crisis sanitaria dio cuenta que muchos sectores aún ni siquiera pensaban en este proceso.
Aunque una parte de la población maneja herramientas básicas para desenvolverse en el denominado "mundo virtual", otros parecen estar muy distantes. Lo complejo es que esta situación no solo ha quedado de manifiesto en labores más rutinarias y repetitivas, sino que en el campo de la educación, servicios públicos y en la relación que muchas personas tienen con los productos comerciales y financieros más sencillos.
El mundo después de la pandemia demandará una serie de desafíos tecnológicos que deben ser abordados por el gobierno y los privados. Es indispensable, por ejemplo, que se generen planes educaciones donde se asuma de forma concreta la digitalización y que el acceso a internet no esté condicionado a zonas geográficas o solo a una lógica de consumo.
De no trabajar en esa transformación, será más difícil que se reviertan las preocupantes cifras de desempleo. El cambio llegó para quedarse.
"El mundo después de la pandemia demandará una serie de desafíos tecnológicos que deben ser abordados".