opinión
Acuerdo económico social
Finalmente un grupo mayoritario de los sectores políticos, junto al Gobierno, firmaron un acuerdo económico para enfrentar la grave crisis sanitaria y económica que vive el país; este acuerdo se firma cuando además conocemos el informe de política monetaria (IPOM) del Banco Central que señala que el primer trimestre la actividad económica cayó entre un 5,5 al 7,5 % y que la recuperación la esperamos recién para mediados del 2022. En el mismo sentido, una encuesta de la Universidad Católica señaló que el desempleo alcanzó en mayo el 11% y un 14,9% en las regiones del norte del país.
El acuerdo económico social recientemente firmado, busca paliar estas dramáticas señales económicas, salir en ayuda de un gran número de familias y empresas, particularmente de las pymes, para ello se determinó un marco fiscal flexible por 24 meses de 12 mil millones de dólares, que se suman a los ya 17 mil millones de dólares de los primeros planes económicos del Gobierno. Dentro de estos acuerdos y por tema de espacio comentaré hoy solo el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) debido a la importancia que ello implica para que las familias tengan ingresos y puedan de esta manera enfrentar la crisis sanitaria y respetar las cuarentenas. Este IFE 2.0 como se le ha llamado, se mejoró en forma relevante aumentando su monto a 100 mil pesos mensuales, cifra que será lineal por el periodo que se entregue dejando de ser decreciente, se entregarán 3 cuotas y eventualmente 3 más si las condiciones sanitarias y económicas se mantienen.
Se aumentan también los beneficiarios a un 90% de los menores ingresos del Registro Social de Hogares, al 80% mas vulnerable del indicador socioeconómico de emergencia. Se establece que este beneficio no es incompatible con otros, por lo cual podrán acceder a él también pensionados y aquellos que reciban subsidio por discapacidad entre otros. Se disminuye la burocracia para otorgar más facilidades a las personas para obtenerlo y medidas de difusión para que nadie se quede afuera de él por desconocimiento. De esta manera el IFE se constituye en un mecanismo fundamental de protección social ante la caída de los ingresos que han sufrido los trabajadores producto del COVID-19 y junto a la ley de protección del empleo, el beneficio a independientes a honorarios y medidas adoptadas crea una verdadera red de protección para paliar, las consecuencias económicas negativas de la pandemia. Este acuerdo y sus medidas reafirma la convicción de lo importante que es la buena política.
"De esta manera el IFE se constituye en un mecanismo fundamental de protección social
Luz Ebensperger,, senadora por Tarapacá