¿Por qué la COVID-19 tiene un menor impacto en la altura?
Especialistas se preguntan cuál es la causa de que en las zonas altas de Perú ocurren tantos casos de infecciones respiratorias y no se repiten con el nuevo coronavirus.
EFE
En medio del implacable avance de la pandemia de COVID-19 en Perú, el séptimo país con más casos detectados en el mundo, los especialistas comienzan a desentrañar las causas del evidente menor impacto que hasta ahora muestra la enfermedad en la altura andina.
"Sorprendentemente la altura hasta ahora está mostrando ser beneficiosa para no tener formas graves de COVID-19", aseguró a Efe el doctor Eduardo Gotuzzo, integrante del Comité de Expertos que asesora al Ministerio de Salud (Minsa) en la lucha contra la pandemia en Perú.
Mientras la epidemia ha golpeado duramente en la costa y la Amazonía, la sierra peruana, sin escapar de la enfermedad, ha sido menos afectada y concentra pocos de los más de 240.000 casos y 7.257 decesos de todo el país.
Precisamente, el ministro de Salud, Víctor Zamora, manifestó su preocupación ante la posibilidad de que la reapertura del transporte de pasajeros pueda afectar a las zonas del país donde "la epidemia corre muy lentamente", como las regiones de los Andes.
Con un territorio dominado por la agreste cordillera de los Andes, Perú tiene numerosas poblaciones a partir de los 2.000 metros de altitud y la localidad habitada más alta del mundo, La Rinconada, ubicada a 5.200 metros.
Gotuzzo dijo que "aparentemente hay hasta cuatro razones por las que la gente en altura no desarrolla formas graves" de la enfermedad, entre ellas la menor presencia de oxígeno en la sangre y la mayor capacidad pulmonar de sus habitantes.
"Yo inicialmente pensaba que iba a ser una crisis muy severa en la altura, pero sorprendentemente en la altura tiene menos mortalidad", acotó.
Esto se explica porque Perú tiene "dos modelos epidemiológicos" muy definidos, lo que permite establecer que "hay claramente un doble patrón: uno del norte, y otro de Lima hacia el sur".
El primer modelo comprende regiones norteñas como Piura, Lambayeque, La Libertad y la amazónica Loreto, que precisamente están entre las más golpeadas por la epidemia, con casi 2.000 fallecidos en total.
El segundo grupo comprende a Lima y el Callao, una zona con más de 10 millones de habitantes y que registra más de 150.000 infectados y 3.776 fallecidos, y todo el sur del país, que es donde la enfermedad registra las menores cifras. Arequipa y Cusco, dos de las regiones más pobladas del sur, suman 145 decesos y son las más afectadas de la zona, mientras que las también andinas y sureñas Ayacucho, Moquegua, Huancavelica, Tacna, Puno, y Apurímac llegan a 56 fallecidos en conjunto.
Efecto en la altura
Ante este notorio contraste, Gotuzzo recordó que los habitantes andinos son afectados cada invierno por la influenza e infecciones respiratorias agudas, que causan numerosas muertes en niños pequeños y adultos mayores.
Por ese motivo, manifestó su sorpresa porque ese factor no se repite hasta el momento con la COVID-19, pero advirtió que puede haber "un sesgo de información", ante el difícil acceso a localidades remotas.
Más allá de ese aspecto, explicó que los pobladores de la altura andina padecen de hipoxia crónica (menor cantidad de oxígeno en la sangre) y tienen un nivel elevado de hidróxido nítrico, que hace que su capacidad pulmonar sea "muy grande".
"Si usted sufre un daño por el Covid y se lesiona su sistema vascular, como es tan grande, va a lesionar una parte, no todo... entonces el hidróxido nítrico parece ser un factor", explicó.