EDITORIAL
Coronavirus en Sudamérica
Brasil, con 678 mil casos; Perú, con 197 mil y Chile superando los 134 mil, son uno de los fenómenos más complejos de la pandemia de COVID-19. América del Sur se está convirtiendo en el nuevo epicentro de la enfermedad, dijeron directivos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quienes ven con preocupación el notable incremento de casos en los tres países citados, anticipando que el coronavirus traerá "semanas muy duras" a Latinoamérica, por lo que no es momento de relajar las restricciones impuestas para su control.
Según las proyecciones del organismo, Brasil llegará a un peak de 1.020 muertes diarias el 22 de junio y hacia el 4 de agosto habrá acumulado 88.300 fallecidos, casi cuatro veces más que los reportados hasta esta semana, mientras que la mayoría de las naciones sudamericanas no están haciendo las pruebas suficientes para detectar el coronavirus, No obstante, ha habido un reconocimiento a la confiabilidad del sistema estadístico de salud chileno.
Mientras en algunos países de Europa los contagios ya comienzan a descender y se inicia una flexibilización de las medidas de protección, como es el caso de España, en la última semana Latinoamérica superó a Europa y Estados Unidos en la cantidad de casos de personas infectadas diariamente.
La OPS está especialmente preocupada por la situación en Brasil que, junto a Estados Unidos y Rusia, se encuentra entre los que presentan más casos de contagios. Por ello, sugiere no relajar los controles sino que mantenerse fuertes, vigilantes, e implementar las medidas de salud pública que han sido probadas en otras naciones.
En el continente americano, más de 2,4 millones de personas se han contagiado del virus, incluyendo a Estados Unidos, el país con más muertos e infectados del mundo. En Latinoamérica más de 62.000 han muerto, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, que sospecha que las cifras podrían ser incluso más elevadas, por las deficiencias en las estadísticas de algunos países.
El desafío para revertir las cifras es enorme y exigirá, tanto a los sistemas sanitarios como a las personas, lo mejor de sí mismos. Eso debe estar en el centro.
"En Latinoamérica más de 62.000 han muerto, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud".