opinión
Llamado a la unidad del Presidente
El país vive en estos momentos la peor crisis que ha debido enfrentar en los últimos 100 años, no solamente está afectando la salud de los chilenos sino que además está generado, y seguirá haciéndolo, con mayor fuerza, consecuencias sociales y económicas para el país, que significarán en las personas la pérdida de empleos, reducción de salarios y altos aumentos en los niveles de pobreza, retrocediendo muchos años en los avances que como país habíamos tenido en estas materias.
Esta grave situación requiere en forma urgente, dejar de lado las pequeñeces y mezquinos cálculos políticos y en unidad buscar la forma de avanzar y establecer medidas y políticas públicas que permitan a Chile estabilizar y reactivar la economía para ir en ayuda de las personas que se verán mas afectadas; y a los chilenos tener las herramientas necesarias para salir adelante haciendo lo posible para - ojalá- puedan mantener sus empleos, y sus ingresos. Esta no es una tarea fácil teniendo presente que ya hemos conocido las primeras consecuencias de la crisis y también conocemos las proyecciones nacionales e internacionales.
Frente a la gravedad de la situación que enfrentamos, y sin dejar de avanzar en las medidas que ya ha tomado el Gobierno muchas de las cuales ya son ley hoy día y otras que esperamos pronto sean aprobadas por el Congreso para que sigan el mismo camino, el Presidente de la República hace unos días hizo un llamado a todos los sectores a un acuerdo nacional para un Plan Social y Económico entendiendo que se requiere, hoy más que nunca, unidad.
Este llamado ha sido escuchado y aceptado por la mayoría de los sectores políticos, se ha restado el FA y el PC, señalando razones ideológicas que solo reflejan mezquindad política.
Este acuerdo para el Plan Social y Económico que busca determinar con sentido de urgencia, medidas puntuales sobre el empleo, los ingresos de las personas, la reactivación económica, y una lógica fiscal realista que de verdad entregue la ayuda necesaria, pero al mismo tiempo no impacte negativamente el futuro del país, fijando marcos fiscales a corto y mediano plazo con políticas públicas adecuadas. Proteger la salud y la vida de las personas, proteger los empleos de los trabajadores, los ingresos de las familias y sentar las bases para reactivar la economía de nuestro país que así lo demanda. Esperemos que los políticos estemos esta vez, a la altura de lo que se requiere.
"Este llamado ha sido escuchado y aceptado por la mayoría de los sectores".
Luz Ebensperger,, senadora