Más allá de los mensajes
El crecimiento explosivo de los casos positivos de COVID-19 en la región, ha generado que las autoridades empiecen a mover las piezas con urgencia para que la situación no alcance un nivel más crítico. En un día Tarapacá sumó 130 contagiados, la cifra más alta desde que comenzó el conteo de pacientes en la zona.
Desde el comienzo de la crisis las autoridades llamaron a la ciudadanía a tomar resguardos con el fin de ir reduciendo el número de contagiados y fallecidos, que en el caso de Tarapacá son 975 y 4, respectivamente. Sin embargo, el llamado a "quedarse en casa" parece no ser suficiente para que las personas se mantengan en sus viviendas sin exponer su vida y la de sus cercanos.
La mayoría sale por motivos básicos, como ir a su trabajo, ya que su labor no puede efectuarse de manera remota en un computador. Varios no podrán generar recursos económicos desde el hogar, como sería el ideal.
La adquisición de alimentos por parte de los grupos de riesgo es otra razón para salir de la vivienda, pero es un problema que tiene solución. En Israel, por ejemplo, para que los adultos mayores pudieran quedarse en casa el mayor tiempo posible, el gobierno decidió llevarles el alimento, porque entendió que no es suficiente con decir: "Quédense en casa".
A los países que mejor les ha ido en el combate contra la pandemia, como Corea, Israel y Nueva Zelanda, todas democracias, han tratado de que existan las condiciones económicas y sociales para que las personas puedan respetar las normas sanitarias, como el llamado del confinamiento en el hogar.
Para llegar a ese ideal es necesario al menos dos cosas: la primera, que se inyecten los recursos públicos necesarios para que al menos los grupos de mayor riesgo no abandonen el confinamiento y cubran sus necesidades básicas. La segunda, que la ciudadanía aporte con un comportamiento acorde a la realidad que se está viviendo no solo en el país, sino que en el mundo.
Es evidente que los recursos siempre son escasos, sin embargo, es precisamente durante emergencias de esta magnitud donde se debe utilizar aquello que se ahorró en época de bonanza. Sin duda, es hora de hacer todos los esfuerzos posibles.
"El llamado a "quedarse en casa" parece no ser suficiente para que las personas se mantengan en sus viviendas".