opinión
Nueva Ley de Migraciones
La discusión de la nueva ley de migraciones lleva 7 años en el Congreso. La Comisión de Gobierno, acordó de forma trasversal mantener el equilibrio entre el respeto, garantía y protección de los DDHH de los migrantes con el legítimo derecho del Estado y sus ciudadanos de definir la política migratoria y regular el ingreso y estadía de los extranjeros en el país, con una norma que, respetando los derechos de los migrantes, daba herramientas al Estado para tener una migración segura, ordenada y regular, incidiendo sobre los flujos migratorios que puedan venir en un futuro.
Este consenso promovía un sistema donde los extranjeros sinceraban las razones por la cual vienen a nuestro país, sancionaba a quienes ingresaban de forma clandestina, e incentivaba a pedir visa en los consulados para que los extranjeros llegaran con visa y RUT desde el día uno, para poder desarrollar sus proyectos de vida en Chile con igualdad de condiciones que los nacionales.
Sin embargo, en la discusión en la Comisión de Derechos Humanos, el senador J.I. Latorre (Frente amplio), el senador A. Navarro (Independiente) y la senadora Yasna Provoste (DC), decidieron abrir un camino paralelo a la regularidad y convertir la ley migratoria en una norma inútil, pues este camino paralelo permite ingresar al país y residir en él a cualquier extranjero, haciendo casi imposible su expulsión, sin importar su forma de ingreso y convalidando todo acto contra derecho de un extranjero irregular.
Las modificaciones son graves. Por razones de espacio me referiré a las más evidentes. Una indicación permite que los extranjeros irregulares, sin importar si ingresaron clandestinamente a Chile, obtengan una visa de residencia, automáticamente a los dos años, si tienen un contrato de trabajo. Se generan tres instancias de discusión de una expulsión, administrativa, corte de apelaciones y corte suprema, lo que convierte en ineficaz cualquier medida de expulsión dictada contra un extranjero. También quitaron a la PDI en frontera la facultad de prohibir el ingreso a extranjeros que mientan en sus declaraciones o que porten en sus equipajes elementos para cometer delitos como los skimmers para clonar tarjetas de crédito. Se trata mejor al infractor que al que respeta la ley. Se crea un derecho al migrante, ingresar y residir en nuestro país sin importar si respeta o no las normas y sin que podamos hacer nada al respecto, es decir han convertido un Proyecto de Ley que establecía una solución real al tema migratorio en un muy buen proyecto de ley para el migrante irregular, pero muy malo para Chile.
"Promovía un sistema donde los extranjeros sinceraban las razones por la cual vienen".
Luz Ebensperger Orrego,, senadora por Tarapacá