Rodolfo Capino Valencia

El intendente de Tarapacá, Miguel Ángel Quezada, descartó ayer habilitar otro albergue para los más de 200 ciudadanos bolivianos que están desde el lunes afuera del consulado de su país en Iquique solicitando ayuda para llegar a su territorio en el marco de la pandemia de coronavirus que afecta al mundo.

El jefe regional manifestó en conferencia de prensa que "el que se tiene que hacer cargo hoy día es el gobierno boliviano que haga un esfuerzo y nosotros prestarle ayuda porque no podemos abrir otro albergue. Creemos que hemos hecho lo suficiente".

Quezada recordó que los primeros 500 ciudadanos bolivianos que llegaron a Tarapacá lograron pasar a Pisiga, quienes provenían desde distintos puntos del país. Tras ello, arribaron a la región 847 personas de la misma nacionalidad a Colchane, quienes fueron traídos al liceo Bernardo O'Higgins de Iquique como una medida humanitaria.

"Aquí (con los 200 bolivianos) estamos haciendo los buenos oficios nuevamente con la autoridad boliviana para que ellos puedan pasar a su país (…) El 99% de ellos no viven en la Región de Tarapacá", dijo el intendente, quien agregó que 12 buses con ciudadanos bolivianos y peruanos a bordo han sido devueltos con el objetivo de que tales personas no lleguen hacia las fronteras.

Ayer más de 200 bolivianos continuaban afuera del consulado de su país en calle San Martín. En el lugar los acompañan frazadas, maletas y otras pertenencias, mientras que en la noche levantan carpas para pernoctar. Con mezcla de impotencia y desesperanza esperan que las autoridades habiliten un refugio para cobijarse durante las noches. No obstante, algunas personas lograron pernoctar en hostales o casas particulares, pero más de 100 lo debieron hacer en la calle en carpas. Debido a su complicada situación han surgido acciones altruistas de personas y agrupaciones que donan alimentación y abrigo.