Exigen medidas en venta de comida, pese a baja posibilidad en contagio por alimentos
Locatarios reconocieron que el modo delivery y la venta de productos para llevar los ha ayudado a "mantenerse".
Mauricio Torres Paredes
Una serie de medidas ha instruido el Ministerio de Salud para la manipulación de alimentos en restoranes durante la contingencia sanitaria del covid-19, esto a pesar de que desde el 20 de marzo que está prohibido el consumo en los locales, dejando solo la posibilidad de alimentos para llevar o la modalidad delivery.
Las medidas se tomaron a pesar de que el ministerio ha señalado que "es muy poco probable que las personas puedan contraer covid-19 a partir de alimentos o envases de alimentos", recordando que la enfermedad se transmite de persona a persona a través del contacto directo con las gotas generadas cuando un infectado tose o estornuda, o a través de las superficies y objetos contaminados.
"Hasta la fecha no hay evidencia de que los virus que causan enfermedades respiratorias se transmitan a través de alimentos o envases de alimentos. Los coronavirus no pueden multiplicarse en los alimentos. Necesitan un huésped animal o humano para multiplicarse", informaron desde la Secretaría Regional Ministerial de Salud. Pese a ello, la Seremi recomienda medidas para los locales que elaboran alimentos.
Algunas de las medidas son para el correcto manejo de los productos, con o sin contingencia, es decir, mantener una higiene adecuada de manos y cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar. Para quienes atienden público, preferir el uso de pagos sin contacto y evitar el dinero en efectivo, aplicar procesos de limpieza y desinfección de utensilios, superficies, áreas comunes y puntos de contacto como manillas de puertas, limitar el número de personal en las áreas de preparación de alimentos y regular el número de clientes que ingresan al local, usando marcas en el piso e implementando barreras físicas en cajas y mostradores. En caso de delivery, utilizar mascarilla y evitar que el repartidor ingrese al domicilio.
NO alcanza a cubrir
Aunque han tomado todos los resguardos, los locatarios reconocen que el reparto a domicilio y la venta "solo para llevar" solo han sido suficientes para mantener el negocio a flote.
Emilio Flores, dueño de la fuente de soda Claudy en Lynch con Latorre, confesó que partió a última hora con el delivery, perdiendo clientela ante otros locales. "Yo pensé que esto iba a ser a corto plazo, pero no", asumió. Sobre si ha podido solventar el negocio, reconoció que "casi nada. Partí muy tarde, debí haber empezado antes. Yo pensaba, total aguantamos, pero esto tiene hasta mayo y más. De todas formas, el público que nosotros tenemos no nos ha dejado, son clientes nuestros, pero sí ha bajado mucho. Si pudiéramos atender, sería mejor, pero la restricción es estricta. Preferible ir a la vuelta de la rueda, hasta que pase este asunto".
En el restorán El Viejo Clipper del Paseo Baquedano, Engerber Pineda, administrador, dijo que incluso están en proceso de gestionar el beneficio de cesantía con sus trabajadores, en su mayoría extranjeros.
"Desde que se detectó el primer caso en la zona, cerramos por alrededor de una semana y luego abrimos nuestras puertas para vender a personas de paso y llevar a sus casas el delivery, pero esto no ha sido tan pronunciado. Son pocas las personas que quieren disfrutar de este servicio. Ni siquiera hemos podido cubrir los gastos del pago del personal que trabaja en el restorán. Hemos podido solventar entre un 7 y un 10% y también nuestra producción ha bajado", dijo el locatario.
En el Mercado Centenario, el dueño del restorán D'Elsa, Marcos Maldonado, expresó que "las ventas han bajado un 50%. Ha bajado demasiado. No sé hasta cuándo estaremos así". El delivery lo promocionan por Facebook, aunque, afirmó, "sirve para mantenerse. Nos hemos dado cuenta de que no está dando. A veces es para salvarse. Cae, pero no como antes".
Otros ven la oportunidad como una proyección futura. Julio Jorquera, dueño de la pastelería Tangelo en Península Cavancha, comentó que es la primera vez que realizan delivery, lo que les ha servido de experiencia para cuando todo vuelva a la normalidad.
Contó que "nunca hicimos delivery por lo complicado que es llevar una torta, pero no nos quedaba otra, lo intentamos y la embarramos los primeros días. Llegaban hechas polvo, pero para sorpresa de todos, y lo atribuyo a la ansiedad que provoca la incertidumbre, eso se cubre con el azúcar y nos ha ido bien. No da para cubrir todo, pero tengo esperanzas de que cubra algo. Estamos al 50% de un día normal. Nos llaman harto y espero que eso tenga una curva ascendente".
mauricio.torres@estrellaiquique.cl