Maycol Soto Rivera

Mañana se cumplirá un mes desde que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional decidiera suspender el fútbol chileno de Primera A y Primera B, debido a la pandemia del COVID-19.

Una situación que no le acomoda a la hincha más popular de Deportes Iquique, a Zunilda González, de 87 años, más conocida como la tía Zuni. Dice que se aburre en la casa y extraña los partidos del CDI.

"Con eso del fútbol suspendido estoy mal, yo sin el fútbol me aburro. La pasaba muy bien cuando iba al estadio a ver a mis niños. Ahora veo novelas en la tele, pero no es lo mismo".

La tía Zuni vive en el sector sur de la ciudad, en el pasaje Los Chunchos, en la población Los Puquios. Si bien vive sola, todos los días es visitada por la familia Aguirre Méndez, que desde que inició el periodo de cuarentena se han encargado de realizarle las compras mensuales.

"Yo vivo sola, hago las cosas de la casa. Me gusta ordenar, muevo las cosas de un lado a otro. Y también me viene a ver una niña maravillosa que me hace las compras, me trae el pancito y se preocupa harto por mí".

La joven que menciona la tía Zuni es Thiare Aguirre Méndez, hija de Arturo Aguirre, quien tiene un almacén en el pasaje donde vive la hincha iquiqueña.

Thiare y su padre han sido fundamental para la tía Zuni, y también otra persona de la tercera edad que vive en el sector. "Desde que comenzó la cuarentena decidí ayudar tanto a la Tía Zunilda como a otra vecina del pasaje. Ambas son abuelitas y necesitan ayuda, no deben exponerse, por lo que me ofrecí a hacerles las compras y así evitar que ellas salgan", contó la joven. "Mi papá conoció a la tía hace tiempo y como los dos son hincha de Iquique tenían mucho tiempo para hablar, así que toda la familia conoce a la Tía Zuni", agregó.

Apoyo

A sus 87 años, Zunilda González se siente dichosa de haber generado grandes lazos de amistad, ya que no solo recibe ayuda de Thiare y su familia, también ve diariamente a Gabriela, una vecina del sector que la ayuda con la inyección de la insulina para controlar la diabetes.

"Tengo muchos ángeles que me ayudan. Gabriela viene en las noches a inyectarme. Nunca me siento sola. La vida me ha dado muchas buenas personas en el camino como el mismo alcalde Mauricio Soria que antes de ayer me vino a dejar mercadería, les agradezco mucho a él y a su padre porque siempre me ayuda. A mí me pagan $97.000 mensual, pero con eso no me alcanza para nada".

A pesar de la ayuda que recibe a diario, que la llena de alegría, la popular hincha insiste en que algo le falta: sus partidos de Iquique. Dice que lo más difícil de la pandemia ha sido no ver fútbol, pero también no poder ver y compartir con los jugadores del CDI.

La hincha comentó que extraña a cada jugador del plantel pero hay uno en particular que echa de menos. "Extraño al niño que se había ido y volvió, Matías Donoso. Lo conocí en el estadio Cavancha, es un niño súper cariñoso, atento y cuando juega estoy con mi orejita pegada en la radio. Él juega muy lindo, ojalá que todos se encuentren muy bien".