EDITORIAL
Acceso universal a internet
Las crisis siempre son un punto de inflexión para generar transformaciones. En la actualidad, el país y el mundo están ante una crisis sanitaria que sin duda mejorará los estándares médicos y el cómo enfrentar requerimientos masivos en este ámbito, como también se hizo en otro tipo de catástrofes.
Pero además de las mejoras en la salud pública, también será posible perfeccionar las conductas individuales preventivas y el cómo reaccionar ante los efectos que genera una emergencia más allá del ámbito de la salud.
En ese contexto, la pandemia del coronavirus está provocando un antes y un después respecto a la relación que tienen los individuos con el trabajo, tanto desde una mirada productiva como colaborativa.
Buena parte de las tareas hoy se realizan a distancia gracias a las herramientas tecnológicas que permiten mantener el contacto sin importar la ubicación, integrando a las personas y permitiendo que se entrelace la actividad virtual con el mundo concreto. Sin duda se trata de una fórmula que parece ir ganando terreno y que llegó para quedarse.
Pero todo esto es posible gracias a internet, lo que implica que es necesario trabajar en el acceso universal a esta red, donde si bien la gran mayoría de los chilenos cuenta con los mecanismos necesarios para conectarse, todavía hay miles de personas que tienen este acceso restringido.
En Chile -según la Ocde (2017)- si bien el acceso a internet de los hogares aumentó en la última década, a un 87,5% a fines de 2017, superando el promedio de los países miembros, aún resta mucho camino por recorrer. En la actualidad, puede decirse que quien no está conectado está fuera del juego de la información y el mundo.
Por tal motivo, el acceso a la red ya debiera estar incorporado entre los servicios básicos , tal como lo es el agua, la energía eléctrica y los alimentos.
Proponerse iluminar aquellos territorios alejados de esta realidad es una obligación ética del Estado, pero también poder subsidiar el servicio a las familias más vulnerables en las urbes es importante para asegurar el acceso a la información para todos, algo que en la actualidad se requiere para enfrentar con igualdad el mundo.
Hoy, qué duda cabe, la red es más relevante que ayer.
"El acceso a la red ya debiera estar incorporado entre los servicios básicos".