Romel J. Puche

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Iquique condenó a Camilo Alejandro Huiscañanco González, como autor de un delito de tráfico ilícito de estupefacientes en pequeñas cantidades, esto al ser hallado culpable de ingresar droga a la cárcel de mujeres utilizando para ello un bebé de una interna, en cuyas pertenencias ocultó el ilícito.

El Ministerio Público fundó su acusación, según se expuso en el juicio, en los siguientes hechos: el día 14 de mayo del 2018, aproximadamente a las 12:30 horas, el imputado Camilo Huasquiñanco fue sorprendido en los momentos que ingresaba hasta el interior del centro de cumplimiento penitenciario femenino. Ocultaba un monedero con drogas entre las pertenencias de un bebé que iba a entregar a una interna. "Había 21 envoltorios de papel contenedores de una sustancia que resultó ser cocaína base con un peso de 5,34 gramos y un envoltorio contenedor de marihuana con un peso de 1,05 gramos aproximadamente", se incluyó en la acusación de la fiscalía.

A juicio de la Fiscalía estos hechos son constitutivos del delito consumado de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades, solicitando el persecutor la pena de 5 años de presidio menor en su grado medio, y una multa de 40 Unidades Tributarias Mensuales (UTM).

Advertido el acusado sobre su derecho a guardar silencio renunció al mismo, optando por declarar manifestando que su suegra estaba privada de libertad hacía dos años y el día 14 de mayo de 2018, día de visita en la cárcel, se le acercó un sujeto llamado Pablo, quien le pidió que entrara un monedero al centro carcelario, negándose al principio, pero después aceptó hacerlo, afirmando que le insistió por días y como no quería tener problemas se negó, pero este hombre le dijo que tenía todo coordinado y se le acercaría a él la persona que recibiría la especie y que le pagaría $50.000.

Para realizar la entrega, ocultó el monedero entre las pertenencia del bebé de la interna involucrada.

A la fiscal Nataly Muñoz, el acusado respondió que no sabía qué contenía el monedero, pero sabía que podría tener problemas con la ley.

Asimismo, el Ministerio Público presentó el extracto de filiación y antecedentes del acusado, quien como adulto no registra antecedentes, mientras que el extracto como adolescente, consta que fue condenado anteriormente por el Juzgado de Garantía de Iquique, el 6 de septiembre de 2017, por el delito de microtráfico a 30 horas de prestación de servicios en beneficio de la comunidad.

La abogada del acusado, Vania Báez, pidió que a su cliente se le reconociera la atenuante referida a la irreprochable conducta anterior, ya que la condena impuesta fue como adolescente, sin que pueda ser considerada cuando se le castiga como adulto, por lo que solicitó se imponga en su tramo mínimo.

Dicho pedido de la defensa fue finalmente otorgado por los magistrados en el juicio, esto apegado a lo asentado en la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, donde se refleja que las condenas como menor no pueden ser validas como agravantes en el tramo adulto del acusado.

La defensa también indicó sobre la actitud colaborativa de su representado, quien con la intención del esclarecimiento de los hechos declaró sobre el ilícito en audiencia, renunciando a su derecho a guardar silencio.

Finalmente el tribunal resolvió condenar a Huiscañanco González a la pena de un año de presidio menor en su grado mínimo, más el pago correspondiente a un tercio de UTM, dicha multa se dio por cumplida por el día que el acusado de la causa permaneció privado de libertad. En los mismos términos se sustituyó la sanción privativa de libertad impuesta por la remisión condicional.

50 mil pesos habría prometido un desconocido al condenado para que ingresara la droga al penal.