La autocrítica tras la eliminación de los JJ.OO.
Una mezcla extraña entre frustración y felicidad. Esos son los sentimientos que le surgen al seleccionado nacional de vóleibol, Simón Guerra, al hablar de la participación que tuvo el combinado en el cuadro clasificatorio a los Juegos Olímpicos de Tokio, que culminó el fin de semana en la zona central.
"El primer partido nos golpeó mucho como equipo. Nos costó más de lo habitual recuperarnos del golpe anímico, se notó en el encuentro contra Perú. Pero nada, supimos tener la cabeza para poder sacarlo adelante y terminar el campeonato con la victoria del domingo, que fue tremenda", reconoce el central al ser consultado por los medios antes de tomar un avión con destino a Alemania.
Y es que precisamente el primer lance que jugó Chile contra Venezuela (y donde perdió) tuvo de todo y terminó resultando clave para las pretensiones criollas. Tanto así, que la escuadra nacional llegó a tener la chance de conseguir el primer set del encuentro, ya que en dos oportunidades estuvo a un punto de llevarse la manga, lo que finalmente no ocurrió y desencadenó finalmente en la derrota nacional.