Es cierto que es fácil dar ideas que al tiempo de su concepción parecieran buenas, pero que luego se transforman en un desastre. Tal situación sucede con el sistema de Multifondos de las AFP.
El año 2002, la Ley 19.795 modificó el D.L. 3.500 e introdujo el sistema de Multifondos. Desde entonces, las AFP ofrecen 5 tipos de Fondos de Pensiones A, B, C, D, y E; con carteras o cuentas individuales de ahorros invertidos en instrumentos al valor del dólar con renta fija o variable en la Bolsa de Valores de Chile. O sea, si sube el dólar, el afiliado o afiliada gana. De lo contrario el afiliado o afiliada pierde cierta cantidad de sus fondos, dependiendo del tipo de fondo que ella o el haya elegido: Fondo A, más riesgoso; Fondo B, riesgoso; Fondo C, intermedio; Fondo D, conservador y Fondo F, más conservador. Sin obviar que, en caso que un afiliado o afiliada no optara por alguno de dichos Fondos, en un plazo determinado, los recursos invertidos en todas sus cuentas individuales serían asignados a un Fondo, según la edad, la salud y la pensión recibida por vejez o invalidez. O sea, sus fondos serían invertidos en función de las probabilidades de vida o muerte.
Pero este sistema que se implantó con las mejores intenciones del mundo: mejorar las pensiones; es evidente que, analizándolo a la luz de criterios de seguridad social y de la experiencia acumulada desde su inicio, se llega a la conclusión de que es un indiscutible y repudiable engaño. Teniendo presente a aquellos afiliados o aquellas afiliadas que han perdido, están y seguirán perdiendo millones y millones de pesos, producto de este fracasado sistema multifondos.
Por ello, basta ya; en oposición a las fuerzas armadas que tienen su propia previsión y se jubilan en un promedio de 28 años de servicio y 45 años de edad, con pensiones que fluctúan entre 2 millones y 8oo mil pesos; ahora están las condiciones para intentar ir, esta vez en serio, por un sistema previsional más equitativo y justo para el mundo civil; cuyas miserables jubilaciones que entregan las AFP - para mujeres u hombres con 60 y 65 años de edad, respectivamente - fluctúan entre 100 mil o doscientos mil pesos.
Roberto Cisternas C.