Inseguridad en barrios
Las balaceras siguen siendo una de las grandes preocupaciones de las poblaciones de Iquique y Alto Hospicio. Hasta agosto de este año iban 62 casos con personas baleadas, según datos de Carabineros y la Policía de Investigaciones. Este número creció durante los días siguientes y no se observa por parte las autoridades, una solución que enfrente, estructuralmente, el problema asociado a bandas criminales.
Distintos motivos están vinculados a los ataques con armas de fuego o armamento adaptado para el disparo, en que predomina los ajustes de cuentas. Es lo que se interpreta, también, de la última gran balacera ocurrida en calle Serrano con Barros Arana, donde desde un automóvil desconocidos dispararon 20 veces en contra de otro vehículo. Un local también resultó dañado. Afortunadamente, no hubo herido a una hora, cerca de las 7 de la mañana, en que las personas comienzan a salir de sus casas para desplazarse a sus lugares de trabajo.
Cámaras de vigilancia municipales han ayudado a identificar a los responsables. Un gran avance para las investigaciones policiales, pero pareciera que la disuasión no ha logrado un efecto gradual y sustancial entre los integrantes de bandas que participan de ataques armados, en que las víctimas no solo podrían ser los "rivales", sino también vecinos o peatones que por coincidencia se cruzan con una balacera. Las consecuencias pueden ser fatales.
La extensa frontera chilena-boliviana ha permitido que prolifere el crimen organizado, el narco, contrabando, tráfico de armas y otros delitos que también tienen incidencia en las comunas de la región, ya que participantes de los ilícitos tienen residencia al menos en Iquique y Alto Hospicio. Entonces es un problema complejo que necesita estrategias de mayor alcance para evitar que un caso como el del viernes pasado en Iquique no vuelva a ocurrir. Veinte disparos en la mañana de un día de semana es más que preocupante.
Las autoridades tienen que adelantarse a las acciones de las bandas criminales, y para aquello requiere de mejoras tecnológicas para seguir cada paso de los delincuentes que afectan la tranquilidad de los barrios de la provincia de Iquique. Queda mucho por hacer en materia de seguridad, para regresar la paz a los vecinos que la perdieron, al menos por la presencia de drogas.
"Pareciera que la disuasión no ha logrado un efecto gradual y sustancial entre los integrantes de bandas".