Evelin Aguilar Paniagua
En Tarapacá, de los 146 establecimientos educativos municipales y particulares subvencionados que actualmente imparten enseñanzas, 74 cuentan con Programa de Integración Escolar (PIE), es decir, el 51% implementó dicha estrategia que, entre otras cosas, busca favorecer los aprendizajes de los escolares con necesidades educativas especiales.
Natan Olivos, seremi de Educación, explicó que el ingreso de un plantel a dicho programa es una decisión voluntaria del sostenedor. Eso sí, recalcó que, para ello, la institución educativa debe cumplir con exigencias como contar con personal especializado, por ejemplo, educador diferencial, y materiales adaptados a las necesidades de los estudiantes.
Procedimiento especial
Por estos días, apoderados que, a través del Sistema de Admisión Escolar (SAE), postularon a sus hijos con necesidades educativas especiales a planteles con PIE, fueron citados para presentar antecedentes del estudiante y así puedan participar por las vacantes que se disponen para estos casos, las cuales tienen un límite por curso mas no por institución.
"Existe un máximo de cinco niños o niñas con necesidades educativas especiales transitorias por curso y dos con necesidades educativas permanentes", puntualizó Olivos y agregó que en el caso de las escuelas rurales se flexibiliza el máximo de cupos para quienes tienen necesidades educativas especiales permanentes.
Según explicó el seremi, los establecimientos con PIE cuentan con autorización para realizar este procedimiento especial que inició el 23 de septiembre y concluye el 7 de octubre.
Sin embargo, si pese a que el apoderado presenta los antecedentes del escolar, este no queda seleccionado en dicha instancia, Olivos aclaró que seguirá participando dentro del proceso regular por el resto de cupos disponibles, teniendo después la oportunidad de ser incorporado al PIE mediante una evaluación de un equipo profesional.
Desafíos
El psicólogo y profesional del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva, Sebastián Zenteno, sostuvo que un plantel con PIE no garantiza necesariamente inclusión. "Un PIE garantiza que estén los recursos para contratar personal y metodología tangible, pero eso no lleva necesariamente a un proceso exitoso de inclusión", planteó.
Y es que el investigador indicó que -de acuerdo a modelos internacionales- para lograr el fin que persigue este programa debe existir un trabajo colaborativo, comprometido y empático, y los equipos de trabajo deben ser capacitados "desde lo técnico, pero también desde lo emocional porque trabajar con necesidades educativas especiales requiere un desgaste mayor porque la diversidad es muy grande". A ello sumó la necesidad de pensar la inclusión más allá de las necesidades educativas especiales.
2 es el máximo de niños con necesidades educativas especiales permanentes por curso.