Magdalena Frontaura - La Estrella

Cuando este año se comenzó a discutir la restauración de la costanera de Puerto Montt en la que se ubica la escultura "Sentados Frente al Mar", desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se puso en tela de juicio si esta debería o no ser removida. La decisión tomó carácter "popular" y se hizo a través de una consulta ciudadana, que ayer arrojó sus resultados: de 48.745 personas que respondieron, el 64,6% votó para que se quede. El escultor Robinson Barría comentó sus sensaciones.

-¿Qué le parece que el proceso de votación haya traspasado Puerto Montt?

-Me sorprende y estoy muy contento que una cosa tan local haya trascendido a nivel nacional. Que haya habido una gran participación. En las decisiones ciudadanas a través del voto es muy difícil convocar a la gente. Que esto haya ocurrido es maravilloso, el arte está cumpliendo su función 100%. Aparte de impactar en lo cotidiano, está impactando en lo político.

-¿Por qué cree que la idea de remover la estatua surgió desde Santiago?

-Todos sabemos quién generó esto, desde las redes sociales del seremi del Minvu, Rodrigo Wainraihgt. Lo dije el día de la votación, que estaba convencido de que íbamos a ganar, no me cabía la menor duda. No estaba en mi mente lo otro. No ocurrió y no va a ocurrir más. Creo que Wainraihgt debe tener un gusto muy refinado en arte y su círculo más cercano también, entonces desde esa perspectiva dijeron 'esta es la oportunidad de sacar esta fealdad y yo tengo el poder para hacerlo y voy a utilizar el instrumento del voto popular para hacerlo', imaginándose el respaldo que pudo haber tenido, pero le salió el tiro por la culata.

-¿Cómo piensa que la comunidad de Puerto Montt ha recibido esta escultura?

-Puerto Montt ha estado desde el comienzo con desconfianza o con deseos de que esto no hubiera ocurrido nunca. Siempre hubo críticas y eso está bien, generó polémica. Sin embargo, desde el principio fue el punto más visitado y fotografiado de la ciudad. Después de esto va a ser más aún. Es la magia del arte.

-¿Creyó que iba a ser así?

-No, a este nivel no. Siempre lo creé como un punto de encuentro de fotografía y de recordar y reconocer la canción de Los Iracundos, que hizo popular a Puerto Montt. Nunca me imaginé que sería la imagen icónica de toda la artesanía que se vende y no hay otra.

-¿Qué se siente haber sido el creador de este trabajo?

-Me siento contento. Nunca pensé que podría provocar todo esto que está ocurriendo y no sé qué más podría provocar porque esto está vivo. Ahora viene la investigación de Contraloría, el cuento continúa. Estamos haciendo historia. Es inédito, raro y fabuloso. Quiero que se interesen por mi obra entera, no me juzguen sólo por esta. Ya soy juzgado por esta obra. Y habló la crítica especializada y también habló el pueblo y ambas la apoyan. En vida, ¿qué más puedo pedir?