Mauricio Torres Paredes

El Juzgado de Garantía de Iquique condenó en un procedimiento abreviado el pasado 27 de junio a Nicolás Muñoz Araya y José Ignacio Marín Barrera por los delitos de robo con violencia, robo en lugar habitado y robo en lugar no habitado, ocurridos en febrero y marzo de 2018 en Iquique.

El 10 de febrero, Muñoz Araya entró a un domicilio de Los Chunchos, robando artículos tecnológicos, así como chequeras, joyas y ropa, todo avaluado en $3 millones.

Luego, el 9 de marzo, el mismo acusado ingresó a la empresa "Sabonis" en el sector de Zofri desde donde sustrajo una caja fuerte con documentos bancarios por $11 millones. En ninguno de los casos había personas al interior.

Sin embargo, el 27 de marzo, tanto Muñoz Araya como Marín Barrera y otros individuos, ingresaron a una vivienda de calle Los Jazmines, donde sí se encontraron con sus residentes, quienes se resistieron, siendo golpeados. Uno de ellos recibió un disparo. Del lugar se llevaron 18 tablets marca Huawei y 125 celulares Samsung, avaluados en $5 millones.

Muñoz recibió dos condenas de tres años y un día por los delitos de robo con violencia y robo en lugar habitado, además de una condena de 61 días por robo en lugar no habitado. Marín, fue condenado a una pena de tres años y un día, la que cumplirá en libertad, por el delito de robo con violencia, en el que acompañó a Muñoz.

Coordinación

El jefe subrogante de la Brigada Investigadora de Robos de Iquique de la Policía de Investigaciones, subcomisario Luis Cámpora, explicó que la agrupación criminal se dedicaba a asaltar a particulares que manejaban productos para ser comercializados.

"En uno de los casos utilizaron un arma de fuego. Aparte de intimidar a las víctimas, agredieron a una de ellas, propinándole un disparo. Utilizaban armas de fuego para cometer sus delitos. Esa era la forma en cómo funcionaban", dijo Cámpora.

Desde la PDI informaron que junto al Ministerio Público realizaron un trabajo analítico de la evidencia, así como en los sitios del delito, lo que les permitió individualizar a los acusados y dar con sus paraderos. Un tercer individuo, que está identificado, se mantiene prófugo. Se investiga la participación de más personas en la misma banda, así como de otros delitos cometidos.

"Fue un resultado bastante bueno. El Ministerio Público logró una condena. Estas personas pasarán un buen rato fuera de circulación, lo que le traerá tranquilidad a la gente", manifestó el jefe subrogante de la Biro.

El Tribunal Oral en lo Penal de Iquique condenó ayer a Johnny Cerda Espinoza a cinco años de presidio por el delito frustrado de robo con violencia luego que a eso de las 22.30 del pasado 19 de mayo de 2018, intentara sustraer un celular a un hombre que esperaba ingresar a un evento de boxeo en el sector de Arturo Fernández con calle San Martín.

En ese momento, el acompañante de la víctima acudió al ingreso del recinto donde se desarrollaría la actividad para revisar el tema de las entradas. Más atrás se quedó el dueño del teléfono, a quien se le acercó el acusado, quien le introdujo la mano en su chaqueta para sustraer el celular marca Huawei. La víctima reaccionó y empujó al individuo, logrando arrebatarle el artículo tecnológico.

Tras la trifulca, el imputado sacó desde sus vestimentas dos cuchillos cocineros, uno en cada mano, apuñalando al hombre en el abdomen.

Al volver el acompañante de la víctima, el acusado se dio a la fuga sin lograr su objetivo.

El OS7 de Carabineros de Iquique sacó de circulación un total de 113.230 dosis de droga que iban a ser distribuidas en Santiago, luego que efectivos de la unidad especializada fiscalizaron a un vehículo en la Ruta 5 Norte, el que se dio a la fuga al ser escogido para control vehicular.

Personal policial procedió a su seguimiento, logrando su fiscalización. Con el apoyo de Ancor, un ejemplar canino detector de drogas, se realizó una marcación positiva al interior del vehículo, en el área del techo. Carabineros procedieron a revisar y desmantelar la estructura del vehículo, encontrando 22 paquetes contenedores de una sustancia color blanco, la que fue sometida a análisis de prueba de campo respectiva.

En el procedimiento se incautaron 22 kilos 646 gramos de clorhidrato de cocaína, los que equivalen a un total de 113.230 dosis de droga, que tenía como destino llegar a la Región Metropolitana.