Mujeres que escribieron su nombre en la historia del deporte local
La disciplina de halterofilia es calificada como uno de los deportes en donde se concentra la mayor fuerza y potencia.
Para algunos es un deporte solo para hombres, sin embargo ha quedado demostrado que no es así y precisamente la campeona de Chile, Nicol Matamala, quebró aquel estigma desde hace 16 años.
"Al comienzo muchos me decían que era un deporte para hombres pero yo les decía que no, que cualquiera podía hacerlo. Afortunadamente me fue bien y eso cambió", expresó.
Matamala agregó que "hace unos años atrás el pensamiento cambió en la sociedad. Nunca me sentí discriminada ni nada pero la gente es un poco difícil".
La deportista, que hace poco llegó desde el nacional de Santiago con la medalla de oro en su cuello, explicó que ahora se está preparando para los nuevos desafíos.
"Ahora estoy pensando en el Panamericano que se hará en abril en Guatemala así que estoy full motivada. Creo que en esta disciplina las mujeres hemos tenido varios logros importantes y espero que sigamos consiguiéndolo", dijo.
Por último, la deportista de 30 años sostuvo que uno de sus sueños es poder formar a deportistas.
Esta es la historia de una iquiqueña que se crió en Argentina, en donde conoció el básquetbol en su máxima expresión. Se trata de Fabiola Pardo que durante su niñez aprendió a encestar gracias a su familia, ya que su padre y madre practicaban la disciplina.
"Siempre me gustó hacer deporte, lo tenía en la sangre. Al ver a mi papá y en mi entorno que siempre hacían deporte, yo también quise", contó.
Pardo agregó que "recuerdo que mi primer club fue en Argentina y aunque no quisiera siempre salía destacada por el rendimiento individual y que luego se sumaba con el trabajo en equipo".
Pardo tuvo una carrera impresionante en la disciplina, llegando incluso a ser seleccionada nacional.
"Recuerdo que a los 14 años llegué a la selección, jugué en Santiago por Colo Colo, pasé por los mejores equipos y nunca dejé la selección. Después me retiré, pese a que sentía que podía haber dado algo más", subrayó.
A los 69 años, Nancy Flores Tobar puede ser un claro ejemplo en decir que a cualquier edad una persona puede hacer deporte e incluso con complicaciones, ya que la deportista máster tiene un problema en su columna. No obstante, relató que gracias al atletismo se mantiene más activa que nunca.
"Cuando me detectaron este problema en la columna tenía dos opciones, operarme o hacer musculación en la zona afectada. Fue así como empecé caminando en la playa y terminé trotando", contó.
Además, la atleta sostuvo que "a los 43 años tuve mi primera competencia sénior. Como a mí me gustaba correr en la misma playa conocí a unas personas que me invitaron al club más Tierra de Campeones y sin querer he ganado muchas medallas".
Flores comentó que el deporte la mantiene en un buen estado físico y anímico, es por eso que dio un mensaje a la juventud al decir que "los jóvenes deben entender que el deporte mantiene viva a las personas".
Ximena Goncalvez comenzó a los 14 años un camino que pudo retomarlo luego de 26 años.
Goncalvez, que se formó en el Colegio Inglés, tenía bastante habilidad con la paleta en el tenis de mesa. De hecho, desde que empezó a jugar solo conseguía victorias y fue así como se consagró campeona local, regional y de Chile en la disciplina.
Al cumplir los 18 años tomó la decisión de entrar a la universidad. "En la universidad uno siempre debe ceder cosas por el tiempo. Estudié y logré sacar mi título y ahora trabajo en el mismo lugar desde hace 30 años", relató.
La historia de Goncalvez en el tenis renació después de 29 años, tras la muerte de su madre. Su marido, Juan Lizana (también tenismesista), le comentó que aquella depresión podría desaparecer con un "pinponeo".
Fue así como la deportista volvió al mundo del tenis de mesa. Al comienzo le costó, pues la mesa, pelota y hasta las paletas no eran las mismas. No obstante, esto no la dejó fuera de su objetivo.
Goncalvez compite en la serie máster en donde se ha consagrado como una de las mejores de Chile e incluso ha competido en mundiales.
En la década de los 80 y 90 una iquiqueña marcó historia en la gimnasia rítmica. Se trata de Viviana Ahumada que en el año 1988, 1989, 1990 y 1991 se consagró campeona nacional de la disciplina.
Todo comenzó en 1985 cuando la madre de Viviana quería que su hija pudiera desarrollar una actividad y así evitar el sobrepeso. Al comienzo Ahumada partió en la gimnasia artística en donde utilizan aparatos. Si bien, no le fue mal no era lo suyo.
Luego, se le dio la oportunidad de ingresar a la gimnasia rítmica en donde no podía hacer lo que sus demás compañeras hacían pero ella sabía que si entrenaba todos los días podía lograrlo.
"Mi mamá fue fundamental porque me decía que yo podía, que debía internarlo. Me ayudaba a conseguir espacios para entrenar y fue así como es que logré ser campeona local, regional y después nacional. Mi objetivo es que ahora formemos nuevas campeonas", manifestó Ahumada.