Caleta Riquelme cerrará desde el lunes tras problema de drenaje
Tras acuerdo con la Seremi de Salud, los locales abrirán este sábado y domingo, mientras que los comerciantes aclararon que público puede acudir con normalidad.
Producto de una rotura de uno de sus tubos del alcantarillado de drenaje exterior la caleta Guardiamarina Riquelme sufrió el colapso de agua en una de las cámaras, por lo que sus trabajadores decidieron que desde el lunes de la próxima semana se cerrará el recinto para sanitizarlo y limpiarlo en profundidad.
El compromiso fue adoptado luego de un acuerdo entre la directiva y la corporación de sindicatos de la caleta Riquelme con la autoridad sanitaria, luego de que pasaran más de seis meses con este tipo de problemas y no se encontrara una solución definitiva.
"El problema viene de la matriz, ya que uno de los codos cedió y se rompió lo que provocó un tapón, lo que generó que no se pudiese toda esa agua de estos locales de pescados de caleta Riquelme (...) entonces el servicio de salud decidió que por salubridad se dejaran cerrados los locales que tenían que tenían la desembocadura hacia ese tuvo", señaló Claudia Saavedra, alcaldesa de mar de la caleta Riquelme.
Debido al arrastre de este problema, la Secretaría Regional de Salud decidió que ayer no se abrieran ocho locales de ventas de pescados y mariscos y otros de comida, quedando con prohibición de funcionamiento por ese día.
A raíz de esto, según contaron los locatarios de la caleta, se quedaron hasta el anochecer arreglando el problema, del cual no se habían percatado de qué se trataba, hasta que Aguas del Altiplano resolvió que era por un daño que se había generado en el tuvo de drenaje de esa cámara.
Sin embargo, durante el trayecto este viernes se les levantó la prohibición de funcionamiento, por lo que hoy y mañana podrán funcionar de manera normal.
Los locatarios se manifestaron preocupados por la situación y aclararon que el problema no radica en sus productos, haciendo un llamado a que la gente siga asistiendo a la caleta.
"La gente al leer un letrero de prohibición de funcionamiento por salubridad piensa que las cosas están malas. Entonces puede bajar la clientela, pero no es así, las cosas no están malas", sostuvo uno de los locatarios.