Patricio Iglesias P. - La Estrella de Iquique
Pese a que en Iquique y la zona norte no hay agitación y movilizaciones por la jibia, a diferencia de la zona sur donde se industrializa al calamar, la situación de los pescadores locales artesanales no es óptima.
Así lo aseguró Manuel Villalobos, quien es presidente del Sindicato de Buzos y Mariscadores de Caleta Riquelme y dirigente de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), quien reconoce que por una situación climática y de tipo ambiental las especies que antes solían capturar ahora se encuentran a mayor profundidad o su período de extracción y captura se ha reducido.
El dirigente graficó esta situación en que "hemos bajado de la captura de 300 kilos a 50 kilos todos los días. Esto va para especies como peces y moluscos y crustáceos".
Fenómeno
Un fenómeno que aseguró se ha agudizado en los últimos cuatro años y que no tiene una explicación acorde al impacto económico que representa para los 300 asociados que tienen en la caleta, divididos entre buzos y pescadores.
"Como ejemplo tenemos que el erizo y la jaiba solo la podemos extraer a mayor profundidad, antes era más en la orilla, pero ahora esas aguas están más turbias y también hay un efecto importante a causa de que se está arrasando con el huiro y eso provoca daño", argumentó.
Villalobos expuso que el recurso palometa, que es un pez de corrientes cálidas que es estacional entre noviembre y febrero, "ahora estamos ante una situación en que se encuentra en retirada, con especímenes más pequeños, terminando antes su temporada y comercialización".
Cabe consignar que una palometa tiene en promedio un precio que en promedio es de 3 mil pesos el kilo.
Para el dirigente se necesita que haya una mayor integración de parte de las autoridades: "Tarapacá es la única región donde la Intendencia no trabaja coordinado con los dirigentes pesqueros, no nos sirve reunirnos con los asesores sino con las autoridades".
Explicó que la última reunión sectorial fue hace tres meses y se requiere un trabajo más coordinado considerando las variables que los afectan, entre ellas el cambio climático.
Reveló además que hay pendientes proyectos sociales, habilitación de sombreadores y convenios que se deben retomar y agilizar.
Respecto a los recursos materiales, Villalobos remarcó que tras el terremoto y tsunami de 2014, en que hubo serios daños en embarcaciones "contamos con las lanchas y equipos más modernos de la zona norte".
Por mientras la pesca se mantiene con especies locales como la pintacha, cabrilla, apañado y pejeperro.
"Hay un efecto climático en la zona y nos gustaría que se hagan estudios pero no como ocurre hoy, que las universidades se los ganan pero no nos consultan, y somos quienes trabajamos en las cinco millas", argumentó.
Villalobos manifestó también que como pescadores solidarizan y comprenden a sus compañeros de la zona sur, remarcando que se requieren cambios urgente en la ley de pesca para avanzar.
Monitoreo marítimo
El biólogo marino y académico de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat, Gabriel Claramunt, manifestó que si bien el exceso de extracción de especies puede afectar su tamaño y presencia, también existen factores climáticos que pueden incidir en la zona. Precisó que hay un plan nacional en que los pescadores deberán prepararse por el impacto del cambio climático. Es por ello que planteó la necesidad de que se instale un sistema de monitoreo con boyas que estén dando información sobre la temperatura de las aguas y ambiente "y de esta manera medir los impactos en la zona relacionados con el ambiente" y su impacto en la fauna.