Historias de quienes trabajan el 1 de enero
Turnos difíciles de cambiar y festejos desfasados son parte de las historias de quienes trabajaron ayer.
Trabajar el 1 de enero es una idea que no convence a todos, sin embargo, Paulina Ramírez lo tenía claro desde que comenzó el 2018.
Ella es enfermera clínica de la Unidad de Pacientes Crítico Adultos del Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames.
Turnos
"Nosotros nos hacemos la idea de que tenemos que trabajar. No tenemos autorización para solicitar vacaciones o ningún tipo de permiso en esta fecha, a menos que un colega quiera realizar mi turno. Ahí me podría ausentar en el turno de las fiestas", contó.
Su turno comenzó a las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche. "Generalmente el personal que está de turno, como paramédicos, auxiliares, médicos y anestesiólogos que conforman el equipo, se organizan para hacer una cena o un pequeño cóctel, pero todo dentro de los tiempos", contó.
En ese sentido, tienen que dividirse ya que los pacientes no pueden quedar solos en ningún momento. "Por lo tanto, nos turnamos, primero van los paramédicos a compartir, luego los enfermeros y así vamos. Siempre se da la oportunidad de que podamos hacer algo para compartir", dijo.
Toda esta organización queda de lado si llega algún paciente desde la urgencia. "Si algún paciente se complica justo a la medianoche ya la cena queda de lado y comenzamos a trabajar", manifestó.
La enfermera lleva ocho años trabajando en el hospital en la misma unidad. "De este tiempo, al menos cuatro años me ha tocado trabajar el Año Nuevo, no así Navidad porque tengo hijos y normalmente lo que hacemos es cambiarnos los turnos para estar con nuestras familias el 25", sostuvo.
Celebrando
Juan Medina trabaja desde agosto del 2018 en una estación de gasolina. Este cubano de 35 años y proveniente de Pinar del Río, supo que trabajaba el primero de enero la semana pasada.
"Yo trabajé el 31 desde las 15 hasta las 20 horas y hoy (ayer) 1 comencé desde las siete de la mañana hasta las 15 horas. Esto quiere decir que mi fiesta será hoy, al salir del trabajo", indicó.
Medina describió que su familia lo tomó muy bien porque su esposa también trabajó en los mismos turnos.
"Preparamos un asado y unos tragos porque fuimos invitados por una familia amiga a festejar con ellos. Habrá de todo", expresó.
Primera vez
Por su parte, Magaly Parra, quien vende pasajes hacia otras regiones, trabajó por primera vez un primero de enero. "Mi turno comenzó a las 12. El día estuvo lento porque hay poco movimiento de gente. Es un poco fome porque quería estar en mi casa; pero al salir iré a saludar a mis nietos y aprovechar lo que queda el primero de enero", apuntó.
En tanto, José Gargano, encargado de seguridad en un edificio residencial no tuvo mayores complicaciones para trabajar el día de ayer, cuando la mayoría descansaba.
"Yo soy re malo para celebrar estas cosas. Con mi pareja compartimos un poco el 31, nos pusimos a ver tele y nos acostamos. Es como un día normal", detalló.
Finalmente, Ana Cecilia Parra, su compañera de trabajo precisó que el año pasado descansó el primero de enero.
"Es agotador porque uno llega el 31 a armar el cuento y el primero salir temprano, también dejando todo listo para la familia y que ellos almuercen tranquilos", dijo.
Parra manifestó que la organización del trabajo y los quehaceres de su casa se basan en la responsabilidad que tiene con las personas que trabaja a su lado y con los jefes.
"Es súper relajado. En realidad es más aburrido porque no hay movimiento y uno tiende a aburrirse un poco", agregó.
Parra manifestó que por primera vez no pudo ir a ver los fuegos artificiales en Cavancha. "El 31 salí a las 22.30, un poco más temprano y eso fue raro porque no iba tan apurada como cuando salgo a las 12 de la noche, pero me daba pena ver que todos iban hacia Cavancha y yo no iría", contó Parra.
"Es súper relajado. En realidad es más aburrido porque no hay movimiento".
Ana Cecilia Parra, encargada de seguridad en edificio residencial."