Yaganas quieren seguir cultivando la lengua de sus antepasados
Llegaron desde Puerto Williams a Tarapacá para conocer la manera en que se difunde la lengua aymara para replicarla en su tierra.
Adquirir e intercambiar experiencias sobre la manera de cultivar su lengua de origen y traspasarla a las nuevas generaciones es lo que llevo a Natalia Valderas y a Viviana Alday a recorrer cerca de 4 mil kilómetros, para luego retornar hasta Puerto Williams y continuar enseñando el legado que les dejaron sus antepasados yaganes.
Lo anterior se concretó a través de un proyecto que busca revitalizar la lengua yagan en su aspecto metodológico social, y según contó Roberto Fernández, encargado de cultura de la Oficina de Asuntos Indígenas de Punta Arenas, su viaje hasta el norte es la segunda etapa de dicha iniciativa.
"Primero hicieron una pasantía en Chiloé para conocer la forma de enseñar mapudungún en su línea huiliches y conocer esa experiencia y en esta segunda etapa ellas vienen a conocer el funcionamiento de la Academia Nacional de Lengua Aymara que funciona en Iquique", contó.
Enseñanza
Natalia, quien se desempeña como educadora de párvulos en el único jardín infantil de la Junji que existe en Puerto Williams, es miembro de la única comunidad yagan, en la que solo hay 170 yaganes (incluyendo a niños), de los cuáles solo cinco son hablantes de su lengua originaria.
"Para nosotras es de gran importancia mantener nuestra lengua, porque nuestras costumbres ya no se pueden hacer, principalmente la navegación porque ahora somos una base naval entonces la Armada no nos deja navegar ni cazar, por lo tanto lo único que nos va quedando es la lengua, por eso es tan importante recuperarla", manifestó.
Una de las costumbres que tenían los yaganes, reconocidos como un pueblo canoero nómade que tuvo su último asentamiento en la isla de Navarino, la cual forma parte del archipiélago de la Tierra del Fuego, era la recolección de las especies del mar, cuya practica era realizada principalmente por mujeres.
Los bosques y el mar eran las zonas en donde conseguían sus alimentos, es por eso que los hombres se preocupaban de cazar los animales más grandes, como era el caso de las ballenas, asimismo, se ocupaban en la construcción de canoas.
Otra de las costumbres que se han ido perdiendo en el tiempo es la ceremonia de iniciación, y según contó la heredera de la etnia yagan "se llamaba chiejaus y era como ir a una escuela, en donde los jóvenes llegaban con sus padrinos por obligación, acompañados de unos instrumentos, y dentro del chiejaus se les enseñaba sobre los quehaceres, la vida de adultos, el respeto hacia la naturaleza y los ancianos y eso es algo que también queremos recuperar".
Para Natalia, ser parte de esta comunidad que aún mantiene las tradiciones que le heredó su abuela es un rol importante porque asegura que "los niños son los más interesados en conocer y aprender a través de metodologías que sean didácticas para ellos y mejor aún si les enseñamos nosotros que somos yaganes y no que venga alguien de afuera a enseñarles la historia de su pueblo".
El aprendizaje que hoy en día traspasa a sus alumnos lo obtuvo a través de su abuela Melinda Acuña, quien le contó sobre las artesanías yaganes, como el tejido, la elaboración de cestas utilizando juncos turbales, además de su lengua de origen.
Viviana Alday desde el año 2015 trabaja como educadora de lengua y cultura indígena en el único liceo que hay en Puerto Williams, lugar en donde trabaja con alumnos de enseñanza básica.
"Desde siempre fui almacenando material, como diccionarios, fotos, pero nunca pensé que me iban a servir en el tiempo, hasta ahora, me gusta lo que hago y ver que los niños cada vez más tienen interés en aprender y lo veo porque se me hace corto el tiempo en el que estoy con ellos, porque siempre tienen ganas de seguir trabajando", comentó.
A pesar que recién son solo dos personas las que enseñan esta lengua en Puerto Williams, Viviana tiene la esperanza que se sume más gente.
"De algo tan pequeño va a salir algo más grande, y la comunidad yagana tiene que ser conocida. Para mí es un privilegio poder estar acá y aprender", sostuvo.
"Para mí es un privilegio poder estará acá y aprender".
Viviana Alday, Enseña lengua yagana"