Matías Gatica Lindsay - La Estrella

La "Jefa", tal como la apodan en la cancha y la llaman sus compañeras, Carla Guerrero, se desempeña dentro del terreno de juego con voz de mando y demostrando su experiencia en cada pelota que disputa. Citada por primera vez en 2010 a la Selección adulta, ocho años después logró un segundo puesto en la Copa América como pilar fundamental en la defensa, clasificando al Mundial.

A sus 30 años, la deportista se ha dado el lujo de jugar en Universidad de Chile y Colo Colo, lugar donde ganó 12 títulos a nivel local y una Copa Libertadores. En el extranjero suma pasos por Independiente de Santa Fe y ahora en el Rayo Vallecano español, donde comparte la zaga junto a su compañera de la 'Roja', Camila Sáez.

La defensa central, que es pieza fundamental en el '11' titular de José Letelier, habló con este medio sobre los avances en el fútbol femenino de los últimos años, su presente en el fútbol español, entre otros temas de su larga carrera.

-¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol? ¿Desde qué edad le interesó este deporte?

-Mi inicio fue en Universidad de Chile, cuando tenía 15 años. Ahí me inicié. Pero obviamente lo del fútbol fue desde más chica, porque mi hermano jugaba en Universidad de Chile, era cadete. Entonces ahí me fui interesando cada vez más hasta que me fui a probar, y quedé en el club.

-¿Cómo llegó a la posición de central en la que juega?

-Tenía a la entrenadora Isabel Berríos en Universidad de Chile. Yo era pequeña y me fue probando en distintas posiciones, y un día me dijo: "Ya, juega de central". Me fue enseñando el orden, tiempo, distancia, el cabezazo, barrerse, la anticipación y ahí tomé el ritmo para desempeñarme en ese puesto.

-¿Qué ha dejado de lado para llegar al nivel en el que está actualmente?

-Muchas cosas. Yo creo que ahora me afecta más lo de la familia, los momentos importantes. Uno deja muchas cosas de lado por ir al extranjero. Lo académico nunca fue lo mío, entonces nunca lo terminé. Pero más que nada me afecta en lo familiar, porque soy muy apegada a mi familia, mis siete sobrinos más que nada. Echo de menos a mi familia, en lo psicológico decaigo un poco por lo mismo, porque no es fácil dejarlos.

¿chile avanza?

-¿Qué falta para que el fútbol femenino siga progresando en el país?

-Se está trabajando para eso. Mi condición en el 2005-2006 era súper mala. Ahora las cosas están avanzando poco a poco. Seguir reprochándonos "no sé hizo esto en el fútbol", esto ya pasó, no sacamos nada con recordarlo. En la actualidad, cuando vengo, me alojo en Juan Pinto Durán, un sueño que en un momento era inalcanzable, y ahí se ven las mejoras, por ejemplo.

-¿Es necesario empezar a equiparar las diferencias económicas entre el fútbol masculino y el femenino? ¿Ha habido algún avance este año en ese aspecto?

-Nosotras tenemos conversaciones con el directorio y estamos manejando eso de la mejor manera posible. Tenemos muy buena relación y estamos muy contentas porque hemos llegado a buenos acuerdos. Eso lo vemos entre el directorio y las jugadoras y queda solamente entre nosotros.

-¿Qué se debe hacer para que las nuevas generaciones se interesen por el fútbol femenino?

-Hay mucha gente ya interesada en el fútbol femenino. El boom de la Copa América y ver que nos transmitieron, que hay niñas interesadas en el fútbol femenino, de verdad que hay demasiada gente y la familia debe ayudar mucho para apoyar a la niña. Nosotras estamos contentas de que esté la familia detrás apoyando, porque nos ayuda mucho y nos gusta sentir el apoyo de la gente.

-¿Faltan más escuelas de fútbol femenino para acercar a las niñas?

-En este momento, de lo que yo tengo conocimiento, hay muchas escuelas. Christiane Endler, Daniela Pardo, Bárbara Muñoz tienen escuelas que están trabajando para recibir a niñas y eso ayuda bastante para la difusión. La niñas están interesadas, incluso los clubes. Sólo tengo conocimiento de la de la U y Colo Colo y están súper bien porque tenían muchas escuelas desde antes de la Copa América. De hecho, nos visitó una escuela de Illapel y las niñas estaban muy contentas. Obviamente, el verlas contentas y que se sabían el nombre de todas nosotras, eso nos llena. Se interesan por nosotras y hacen ver que están interesadas en el fútbol femenino.