Licencias de conducir falsificadas
Es preocupante que la Secretaría Regional de Transportes y Telecomunicaciones (Seremi) haya detectado el uso de tres licencias de conducir falsificadas en la locomoción colectiva de Iquique y Alto Hospicio. Pero más preocupa que este ilícito que no es nuevo, podría ser practicado por más conductores del transporte público local, poniendo en peligro la vida de miles de pasajeros.
De los tres casos detectados este año por la Seremi, dos corresponden a conductores de líneas de microbuses y uno a un taxista, lo que revela la existencia de un vacío o deficiencia en el control y chequeo de los documentos presentados por las personas que pretenden trabajar en la locomoción colectiva o ya lo están haciendo.
Alguien que incurra en esta práctica de conducir con una licencia falsa, se arriesga a una pena de presidio, a la suspensión de la licencia, a la inhabilidad por cinco años de obtenerla y a multas que van de las 50 a las 100 UTM, que se traduce entre $2.400.800 y $4.801.600.
Estos ilícitos en el tránsito generan otra preocupación a las autoridades y a la comunidad, porque, según los indicios, hay un negocio delictual con la venta de estas licencias que ha perdurado e incluso se ha fortalecido con las redes sociales, como lo informó la Sección de Investigación de Accidentes en el Tránsito (Siat) de Carabineros, en que se estaría utilizando Facebook para la venta de estos documentos no solo para el transporte público, sino también para cualquier vehículo particular. Se ha visto, por ejemplo, la oferta de una licencia a $80 mil.
Entonces, los trabajos policiales, de la fiscalía y del Gobierno para frenar este negocio que debilita la seguridad pública, deben sincronizarse e intensificarse para conseguir un resultado positivo y en un plazo acorde a las necesidades de sacar lo antes posible de circulación a las personas que manejan irresponsablemente por las calles de la región.
Como existen pruebas de que también se estaría utilizando el método de pedirlas en Tacna, Perú, sería importante la concreción de una alianza entre ambos países. La seguridad de las personas que usan la locomoción colectiva está en riesgo y por ello no deben existir diferencias y sí una mayor cohesión.
"Los trabajos para frenar este negocio que debilita la seguridad pública, deben sincronizarse e intensificarse".