Formalizan a médico cirujano por cuasidelito de homicidio
Profesional es investigado por la muerte de Víctor Azócar a quien, en octubre de 2016, le brindó las primeras atenciones en Urgencia del hospital regional.
Por cuasidelito de homicidio fue formalizado ayer un médico cirujano de nacionalidad ecuatoriana quien fue denunciado por negligencia tras la muerte del joven Víctor Azócar González a quien, en octubre de 2016, le brindó las primeras atenciones en el Servicio de Urgencia del Hospital de Iquique.
La audiencia de formalización se desarrolló en el Tribunal de Garantía de Iquique donde la Fiscalía recordó que los hechos que propiciaron la querella presentada por la madre de Azócar contra el médico, se remontan al 22 de octubre de 2016 cuando el joven ingresó a Urgencias tras sufrir un robo con violencia. Allí, el imputado le diagnosticó una herida cortopunzante en la cara, ordenó su sutura, y luego, tras mantenerlo en observación, lo derivó a su domicilio.
No obstante, posteriormente el joven presentó intensos dolores de cabeza además de un descenso del párpado del ojo izquierdo, por lo que a los dos días retornó al hospital donde fue internado. Allí sufrió una caída en el baño del recinto, tras lo cual se ordenó practicarle una tomografía cerebral que "evidenció un aumento de hematoma subdural con edema y desviación de la línea media con colapsos de los sistemas basales, siendo intervenido quirúrgicamente de urgencia, evolucionando luego en coma carus (...) falleciendo el día 8 de noviembre del 2016".
El Ministerio Público refirió que, a través de un informe, el Servicio Médico Legal (SML) determinó que la muerte de Azócar tiene directa relación con una complicación de la lesión cráneo encefálica inicial que sufrió tras ser agredido. Asimismo, indicó que dicho servicio estimó que la atención prestada por el imputado debió incluir no solo la observación clínica, sino que ante la sospecha de TEC (traumatismo encéfalo craneano) se le debió practicar una radiografía o escáner "lo que hubiera certificado la fractura craneana con la que el paciente se hospitaliza de acuerdo a protocolo normal del Minsal".
La defensa
Sin embargo, la defensora del médico imputado, Macarena Olivares, indicó que "no hay negligencia culpable ni tampoco hay relación de causalidad", e incluso consideró que el informe del SML se realizó "bajo una premisa equivocada".
La abogada, perteneciente a la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico de Chile, sustentó que cuando la víctima ingresó a Urgencia no presentaba los síntomas que activan el protocolo para realizar una tomografía y que no proporcionó antecedentes de haber tenido un golpe en la cabeza. A ello sumó, entre otras cosas, que la muerte de Azócar ocurrió 17 días después de que el imputado lo atendió y que el golpe que recibió al caerse en el hospital fue lo que "en definitiva provocó su muerte".
Formalización
Tras escuchar ambos argumentos, el magistrado Ricardo Leyton expresó que comparte la conclusión del SML en dicha etapa procesal. Eso sí, aclaró que con esto no está determinando si el imputado es o no culpable, sino que sí existen antecedentes de una presunta negligencia médica.
En cuanto a las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía, el juez aceptó la solicitud de arraigo nacional, más no la firma mensual del imputado.
La defensa no pidió plazo para la investigación.
"Más tranquila"
La madre de la víctima, Johana González, manifestó que con la formalización del médico se siente "más tranquila" ya que es un avance tras casi dos años de haber interpuesto la querella por la muerte de su único hijo.
Demanda contra el hospital
El abogado de la madre de Azócar, Eduardo Méndez, informó que ayer se ingresó al Juzgado de Letras de Iquique una demanda civil contra el hospital regional por falta de servicio. En esta se exige una compensación, pero dijo que no se definió una suma al respecto. Desde el hospital de Iquique señalaron que el director del recinto, Raúl Romero, solicitó a los diversos departamentos involucrados la información respecto del caso, debido a que este ocurrió dos años previos a su llegada al cargo.