Iquiqueño ganó el Loto: se equivocaron al digitar sus números
Roberto Parra jugó con los números de siempre. Hubo un error de la vendedora y se llevó el premio Jubilazo.
Naguib Danilla Segovia - La Estrella de Iquique
"La suerte es loca y a cualquiera le toca". Es un refrán antiguo, pero que se puede aplicar a muchas situaciones de la vida. Bien lo sabe el ingeniero civil industrial iquiqueño Roberto Parra quien a finales de julio jugó como siempre el Loto y todas sus variantes -entre ellas- el llamado "Jubilazo". Premio que da por 20 años la suma de $1 millón.
Dice que tenía la costumbre de apostar seguido, pero desde hace un tiempo que había dejado este hábito. Por cosas del destino retomó la costumbre y la sorpresa en los días posteriores fue mayúscula.
Él apostó al 3, 6, 9, 11, 22 y 33 -sus números regalones- en una agencia de boletos de azar de Iquique, ubicada en el supermercado Unimarc de Francisco Bilbao.
"Fue bonito. Son ese tipo de cosas que uno siempre desea y quiere, pero que no está acostumbrado a que lleguen (...) hay ciertos números que en el último tiempo he estado marcando, que tienen cierto significado numerológico. Había un número que no pensé que estaba. Estaba convencido que había jugado al 33", precisó el trabajador de la División ministro Hales de Codelco en Calama.
Número de la suerte que la vendedora de la agencia iquiqueña no tipeó bien, ya que esta puso el 23, según contó el afortunado. Error del cual se dio cuenta una vez que se enteró que era uno de los dos ganadores del "Jubilazo".
"Cuando revisé los números en la web apareció el número 23. Me dije 'pero cómo si yo no jugué el número 23. Y efectivamente aparecía ese número. Yo le dije a la niña. Seguramente no entendió mi modulación y puso eso", relató el profesional.
500 mil
De todas formas, la fortuna no tocó por completo a su puerta. Detalló que no fue la única persona que le apuntó a los seis números del "Jubilazo", por lo que recibirá solo $500 mil. Aunque no se complica la vida y piensa en qué invertirá este dinero que acumulará sagradamente mes a mes.
"En el último tiempo tenía mucha fe, de que podía ocurrir. Estábamos hace tiempo pensando en que necesitábamos un poquito de plata. Yo trabajo en minería, y estoy súper endeudado. Quiero lanzar algo propio, cambiar mi estilo de vida. Ir de Iquique al interior, y estoy con la idea de crear un centro de sanación", manifestó.
Parra es un estudioso de los temas astrológicos como la carta astral y el tarot, además posee un conocimiento acabado de la sanación reconectiva. Incluso él tiene un proyecto llamado "Almanti", en donde ofrece servicios de este tipo.
Es por eso que su sueño de montar un centro de sanación lo ve más cercano luego de que se adjudicó este premio. Aquí este habitante de la capital regional quiere realizar una reconexión a quienes lo necesitan, una pasión a la que esperaba poder dedicarse.
"Al comienzo partiría con un centro turístico solamente. Tiene que ir como tomando forma, pero la idea es generar un espacio donde vaya gente que esté unos días con una situación de tranquilidad donde se permita tomar la opción de conocer otras herramientas. De tipo espiritual", explicó el creador.
MísticA
Con sus conocimientos, él se plantea como una persona mística y es un ferviente creyente de estas herramientas esotéricas. "Yo creo que cuando uno logra una cierta vibración distinta, uno empieza a recibir unas señales. Esas se pueden ir canalizando, utilizando a favor de uno, y de los demás", afirmó.
Creencias que lo hicieron elegir a conciencia cada uno de los números ganadores. Premio que fue altamente celebrado por su familia, especialmente por su pareja, María Inés, la que no ha estado exenta de dificultades en su vida.
Ella considera una bendición este premio al recordar las dificultades que ha superado la familia, como lo son complejas enfermedades de ella y sus hijos, la que la obligó a dejar su función como docente.
Pero ella y su marido, tienen nuevas perspectivas tras este verdadero "golpe de suerte". Ya compraron esta semana un sitio en las cercanías de La Tirana, donde esperan poder seguir concretando sus sueños.
"Había un número que no pensé que estaba. Estaba convencido que había jugado el 33"
Roberto Parra, ingeniero civil, ganador del "Jubilazo" de la Polla Chilena."