Sebastián Jans: el líder masón hincha del Colo y Chico Trujillo
El nuevo Gran Maestro de la Logia chilena hizo un alto en su agenda para recibir a La Estrella.
Tiene 2,80 metros de alto. Imponente y con actitud, se erige sobre una columna de hormigón y mármol, elementos simbólicos de la masonería: es el monumento levantado en homenaje a Francisco Bilbao (1822-1865), líder del pensamiento liberal, fundador de la Sociedad de la Igualdad y prominente masón.
Al frente de esa figura en fierro fundido que habría llegado a Valparaíso en 1883 vía Europa -atrás la secunda el simbólico Monumento erigido por la Gran Logia de Chile-, en avenida Brasil N°1817, están siete de las logias que operan al interior de la tradicional fachada del Club Central de la Gran Logia.
No es del todo fácil entrar allí. Aún con los contactos adecuados se palpa cierto derecho de admisión. Ya tras la puerta del Central, un sillón de cuero hace destino a la cita.
Se calculan unos 13 mil masones en la Gran Logia de Chile (con la Logia Liberal se acrecientan en unos 17 mil). En Valparaíso, entre 600 y 700. Su cuna: en el Puerto fue fundada la Gran Logia de Chile el 24 de mayo de 1862, con el primer Gran Maestro.
Hermandad a prueba
Hasta que de uno de los salones, palmoteado por sus "hermanos" -como se denominan-, de terno oscuro, camisa blanca y corbata en sobrio diseño con figuritas a tono con el azul de su vista, tras sus gafas, el entrevistado aplica paneo, ya desde una oficina.
Son las siete y media de la noche y afuera quedaron sus "hermanos". El nuevo (2018-2022) Gran Maestro de la Gran Logia de Chile (cargo ad honorem) se sienta mientras apoya firme sus manos sobre el escritorio. Toma la palabra. "En masonería lo que está prohibido definitivamente y categóricamente es el proselitismo religioso y el proselitismo político dentro de nuestras logias. Eso no significa que no se debatan estos temas desde su fundamento y que haya análisis sobre situaciones políticas".
Sebastián Jans Pérez, de 63 años, casado, dos hijos, oriundo de Temuco, llegó tarde a la masonería. A los 33 años -número clave en la institución-, y cuando se lo pidieron. "Yo no tenía antecedentes de mi familia o miembros de la orden. Pero sí mi padre tenía muchos amigos que eran masones. Me llamó la atención de ellos la capacidad de exponer, sus conocimientos. La cultura".
Jans saltó a la palestra nacional el 21 de abril de este año luego de imponerse con un 55% de las preferencias a Mario Cabezas y el candidato mediático Jaime Campos, el mismo ex ministro de Justicia de Bachelet que no le dio la firma al decreto respecto al cierre del penal Punta Peuco, horas antes de entregar mandato a Piñera.
En realidad, a sus adentros y ya más relajado de corbata, cohabita otro Sebastián Jans. Hincha del 'Popular' que no pierde huella al Colo Colo, devoto de bandas como Chico Trujillo, Banda Conmoción e Inti Illimani, y cuando zafa a los estrictos códigos, se sumerge cerca, en el rincón porteño de la 'Isla de la Fantasía', aquel enclave parroquiano de la gastronomía generosa y cueca chora.
Jans se anima: "Tengo las aficiones de todo hombre común: me gustan los boleros, la música mexicana, también la refinada, pero soy de ir al estadio. Mi esposa, Rosalía, le agrada lo que hago; mi familia, en general, me apoya".
Y ese apoyo es clave en su día a día. "El que refunfuña un poco es mi nieto Ignacio: él ha estado un poco perjudicado con esto". Y eso es la Logia. Su máxima: el compromiso. "Fui tres veces presidente de logias. He ocupado cargos nacionales. Soy un hombre de nuestro tiempo, con virtudes y defectos, y que las condiciones institucionales me llevaron a ocupar este cargo".
-¿Es la masonería una sociedad fraternal?
-(Asiente) Exactamente.
-Algunos los consideran como una secta. Al igual que otras sociedades secretas, ¿serían iniciáticas, graduales, ritualistas, simbólicas y herméticas?
-Lo que pasa es que la masonería… siempre explico yo que no tienen un propósito de secreto. Tenemos una casa en plena avenida Brasil, frente a dos monumentos importantes para nosotros. Por tanto, hay una presencia en la ciudad. Pero los aspectos ceremoniales son privados. Como es una organización que es iniciática, requiere aspectos que son propios para quien es iniciado. Hay que vivirlo. Está dirigida a procesos de la conciencia, donde lo emocional es importante. La percepción abstracta, por decirlo así, es muy relevante. Por tanto, eso es lo que se preserva en un sentido de discreción de vida de efectos íntimos más que personales.
-¿En qué consisten estos rituales?
-Son procesos similares a las antiguas entidades iniciáticas: los pitagóricos, los órficos… en fin, hay una historia larga de organizaciones iniciáticas, de las cuales nosotros recogemos esa herencia. Para que la persona adquiera una comprensión de valores.
Valores y grados
Esos valores a los que alude Jans son tres: ética (de la fraternidad), tolerancia y la filantropía. Valores que se adquieren a través de tres grados: aprendiz, compañero y maestro, para concluir con el grado 33. "Todas, etapas de construcción personal".
De acuerdo al Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, la educación es uno de los grandes temas de los masones, donde, a su juicio, las personas pueden construir su libertad de conciencia, con derecho a autodeterminarse y buscar la felicidad. De allí su prioridad como eje al cargo en cuatro puntos. Impronta: construir una voluntad para que todos tengan la misma condición de acceso a una educación de calidad. También reflexión más potente desde el punto de vista de lo que es la realidad del cambio climático. La profundización del estado laico. Y potenciar las formaciones iniciáticas.
-¿Es la masonería machista y elitista?
-No, la masonería hay que vivirla en el género por los mismos procesos iniciáticos. A las hermanas de la logia femenina jamás se les ocurriría pensar que vamos a hacer una masonería en conjunto, porque entienden que los procesos iniciáticos tienen cierta condición. Tampoco somos elitistas. Acá, en la masonería, hay grandes personajes desde el punto de vista de la presencia nacional, pero hay grandes personajes desde la óptica moral. Muchos de origen bastante humilde.
-¿Cómo es el Dios o Gran Arquitecto del Universo ?
-Todos los dioses tienen sus nombres, definiciones y comprensión de acuerdo a distintas visiones. Ese dios tenemos que ponerle un nombre que a nadie le afectara y fuera comprensivo en las distintas versiones. El Arquitecto del Universo, que llamamos, es la idea de divinidad que cada cual quiera darle.
-Literatura, televisión, cine. ¿A qué se debe este interés por los masones?
-Es que esta organización es atractiva. Por ejemplo, a Waldo Parra le preguntaron qué le atrajo, qué le dio por escribir sobre los masones. Porque todos eran hombres con cierta mirada libre pensadora; no tenían ninguna receta, salvo la de los grandes sueños e ideas. Eso le atrajo. Yo creo que esto atrae. No faltan los que andan con el espíritu conspirativo. Es solamente la conspiración de la libertad. El hecho de buscar lo misterioso, porque ningún masón anda diciendo... ¡yo soy masón!.
Es hora de la ceremonia. Un conocido inesperado me acerca a la puerta. Afuera, la luna presenta una cara brillante; otra difuminada que le da aire misterioso y de temple a la escultura de Francisco Bilbao -así como a Sebastián Jans-, el masón liberal.