Condenan altercado ocurrido en la víspera
A las 22 horas del jueves estaba presupuestada la misa de la víspera y postura de la reliquia en la Quebrada de Tarapacá. La misa iba a ser oficiada por el obispo de Iquique, monseñor Guillermo Vera, y la figura religiosa de San Lorenzo sería sacada por los cargadores (polera roja), en conjunto con los portadores (polera amarilla). Pero el evento vivió un momento tenso, cuando ambos grupos encargados de llevar al santo patrono comenzaron una discusión con agresiones verbales de ambos lados. Así lo confirmó Isabel Ramírez, secretaria de la Comunidad Católica de Pobladores de la Quebrada de Tarapacá. "El jueves en la noche se supo que hubo una batalla campal en la nave, donde está San Lorenzo dentro de la iglesia, es algo muy grave para nuestro santo patrón, no hay respeto, no hay nada, se perdió todo", señaló Ramírez. Durante la mañana de ayer, el padre de la iglesia de Tarapacá, José Rodríguez, les explicó la situación a un grupo de pobladores para darles la versión oficial.
En dicho encuentro, uno de los involucrados, José María Araya, presidente de los Cargadores de San Lorenzo, se mostró molesto por la situación e indicó que hay acuerdos que deben cumplirse. "Hay acuerdos que no se han respetado y no estamos dispuestos a cambiar esas cosas. No queremos entregar lo que nos ganamos por derecho (tener más lugar en las manillas que llevan a San Lorenzo)", cerró Araya.
Ayer durante la misa, ambos grupos dejaron diferencias de lado y se dieron el abrazo durante la paz del Señor.
Este medio buscó la versión del padre José Rodríguez y de los portadores, pero ninguno quiso referirse al hecho.