Francisca Cabello Iriarte

Ayer en la mañana, el Paseo Baquedano se empapó de las creaciones que realizaron niños y jóvenes de la ciudad todo este semestre y en el periodo de las vacaciones de invierno, y donde a puertas abiertas estuvieron compartiendo junto a sus padres y monitores la fiesta que hicieron para contar y exhibir todo lo aprendido en el Cecrea este último tiempo.

Con su sombrero, camisa, corbatín y mucha personalidad, el anfitrión del evento fue Pablo Rocha de 12 años, quien vivió esta experiencia y fue el animador de la jornada. "En las vacaciones de invierno estuve participando en otros talleres. estuvimos grabando escenas de un video y la verdad es que la pasé muy bien, me entretuvo, estuve ilusionado, no quería faltar", confesó el alumno del Colegio North College.

Su fascinación por la fotografía hicieron que participara activamente de cada uno de los talleres, pero lo más importante para él fue "llevarme bien con las otras personas porque yo tengo un problema, soy poco tolerante y la verdad es que las personas de aquí me cayeron muy bien e igual perfeccioné mi técnica", sostuvo entusiasta.

Uno de los talleres de este ciclo fue "Kamishibai", clase que tomó la joven Fátima Akram (18), quien llegó a este espacio por primera vez en las vacaciones de invierno y se motivó con la intención de aprender cosas nuevas. En esta clase supo sobre el método de teatro japonés pero también estuvo maestrando y confeccionando un mueble para el rincón de lectura que próximamente se estrenará. Fue una instancia en que se hizo amigos porque desde el primer momento "nos tratamos como si nos hubiéramos conocido desde hace mucho tiempo", contó.

Quien tenía más experiencia en este programa fue Camila González (13), participa desde el verano y ha aprendido de todo. "En Kikpachaña aprendí sobre los geoglifos que había de los pueblos originarios de la Región de Tarapacá, también en El Simbionte aprendimos juntos sobre la historia de Iquique, del lugar donde estamos parados, y en Co-Fanzine logramos expresarnos con las cosas que escribimos en nuestra revista", explicó la joven que seguirá asistiendo y "la repetiría mil veces si fuera posible".

Fotografía

Un trabajo que involucró a los establecimientos educacionales fue el de fotografía, donde exhibieron las capturas de alumnos del Liceo Bicentenario Santa María que juntos se inclinaron por imágenes de documental, "en las cosas que pasan en el diario vivir y empezaron a retratar lo que les llamaba la atención, por ejemplo, la gente en situación de calle, los animales que están en distintas condiciones y otras situaciones como el carabinero que está retando a un comerciante ambulante", contó el coordinador del taller, Felipe Roa.

La Escuela Los Tamarugos de la Fundación Coanil también participó con una fotonovela, donde los integrantes se disfrazaron, actuaron y bailaron, además de ir tomando fotografías, las que luego intervinieron "porque de repente por recursos no podíamos hacer los efectos de magia y yo tampoco quería retocarlas digitalmente, la idea era que todo fuera hecho a mano ahí mismo en las sesiones del colegio, entonces ellos fueron poniendo los efectos".

En esta muestra también estuvo presente la seremi de Cultura, Laura Díaz, quien además de felicitar a los niños por el trabajo que realizaron de forma colaborativa, destacó dos aspectos que tienen que ver con que "ellos van a sentir que usaron bien su tiempo en el invierno, que lo pasaron bien y que van a seguir viniendo para estar con nosotros, que vamos a tener niños más creativos en las escuelas, y que este programa de educación artística ya está totalmente instalado", aseguró Díaz.