"A veces la gente nos ve como los culpables del incendio"
El superintendente de Bomberos de Pozo Almonte, Efraín Lillo, calificó como "impagable" la experiencia de ayudar a otros en un siniestro. Narró sus experiencias en medio de las llamas y pidió al empresariado un mayor apoyo económico.
Efraín Alejandro Lillo Barraza supo desde muy corta edad que sería bombero. Influenciado durante los primeros años por su padre, quien también se uniformó para el combate del fuego.
Lillo Barraza ha alcanzado el puesto de superintendente del Cuerpo de Bomberos de Pozo Almonte. Con 22 años de ejercicio, el líder bomberil se mantiene siempre atento al llamado del cuartel.
Siendo gendarme, el voluntario mantiene muy cerca su casco y traje, receptivo ante la urgencia.
- ¿Por qué eligió ser bombero?
- Empecé como aspirante, yo veía a mi papá y de ahí me gustó la institución, cuando cumplí la edad suficiente ingresé a las filas, hice los cursos que en ese tiempo exigían para ser bombero, y es una experiencia súper bonita, debemos estar siempre en la primera fila para ayudar al desvalido, yo me considero un humanista y por eso soy bombero.
- ¿Aparte de bombero qué funciones efectúa?
-Llevo 19 años siendo funcionario de Gendarmería, estoy a cargo de un Centro de Educación y Trabajo en Pozo Almonte, donde hay una unidad especial de Gendarmería que hace énfasis en la reinserción laboral y educacional, esto lo combino con mi labor de bombero.
- ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser bombero?
-Lo mejor es servir y cumplir el objetivo, cuando todo sale bien.
Lo lamentable es ver los accidentes con víctimas fatales, ver el sufrimiento en vivo de la familia del fallecido; otra cosa es cuando vamos a cumplir nuestra labor y a veces la gente nos critica, nos enfrenta, nos ve como los culpables del incendio, entonces pudiera decirse que la labor es un cara y sello.
- ¿Hay algún episodio de tu labor bomberil que te haya conmovido más?
-Años atrás atendí un accidente en la ruta 16, donde colisionó un bus con un camión, en nuestro rescate se murió el auxiliar del chofer y se despidió, nos pidió que le dijéramos a su mamá que la quería mucho, que lo perdonara por no poder más estar con ella, y murió, fue el momento más complicado que me tocó enfrentar.
- ¿Te ha tocado perder a algún compañero en un rescate?
-Gracias a Dios no, yo creo que el día que me pase eso no seguiría más como bombero, creo que sería lo más nefasto que me podría tocar vivir, dejaría las filas porque no podría soportarlo sentimentalmente.
- ¿Has sentido que tu vida ha estado comprometida durante algún llamado?
-El año pasado, el carro con el que colaboramos en el combate los incendios forestales del sur, se volcó, quedamos todos los tripulantes lesionados, me sentí entre la vida y la muerte, quedamos 8 bomberos lesionados, sentí que era el último momento de mi vida. Últimamente Bomberos nos ha capacitado en resguardar antes que todo nuestra seguridad, ahora nos forman en nuestra academia no solo para el combate, sino también para evitar los riesgos.
-¿Cuándo comienza y termina el trabajo de un bombero?
-Una vez que te pones el uniforme por primera vez, la jornada prácticamente nunca termina, el bombero está las 24 horas del día con la radio, si nos bañamos estamos con la radio, vamos al cine con la radio, en un casamiento y ahí está la radio. La radio pasa a ser un órgano más en nuestro cuerpo. Nosotros tenemos dos trajes, uno en la comandancia, pero otro siempre con nosotros para actuar en cualquier momento que nos precisen.
-¿Cómo es vivir dentro de una compañía de Bomberos?
-La camaradería es como tener una familia más, muchas veces hay discusiones, pero al fin y al cabo somos una casa más, discutimos y al rato estamos bien.
-¿El Cuerpo de Bomberos necesita más apoyo económico?
-Aquí debo hacer un tirón de orejas para las grandes empresas, tenemos grandes yacimientos mineros y lamentablemente la única gran empresa que nos ha apoyado ha sido Quebrada Blanca. Nosotros nunca recibimos un salario, esto es voluntario, igualmente se debe agradecer el esfuerzo de la municipalidad que apoya a nuestra noble institución.
-¿Cómo fue la experiencia de trabajar en La Tirana?
-Para nosotros es uno de los más grandes desafíos, llegan entre 100 mil y 200 mil personas a un pueblo donde apenas viven 500, este compromiso Bomberos siempre lo ha asumido y ha sabido atender todas las emergencias, como la última del incendio que consumió cuatro viviendas, solo pérdidas materiales pero no humanas.
-Cuando sufrimos el episodio del robo (de $40 millones) fue algo incomprensible, nunca nos había pasado lo de la agresión.
"No recibimos sueldo, ser bombero es absolutamente voluntario"