Voluntariado de Reiki: 18 años sanando el alma a los iquiqueños
Trabajan al interior del hospital de Iquique y atienden gratis no solo a pacientes que los médicos derivan.
Llevan poco más de 18 años trabajando al interior del hospital Ernesto Torres Galdames y quizás muchos no conozcan su labor. Se trata del Voluntariado de Reiki cuyas integrantes, a diferencia de los médicos que laboran en el recinto, "sanan el alma".
Así lo describe Loreto Toro, encargada del voluntariado, quien nos recibe en la tranquilidad de las instalaciones donde atienden de lunes a jueves, de 8.30 a 12 horas.
Un container cedido por el Samu es el espacio que hoy ocupan y que han sabido adaptar para realizar sus terapias. En su interior, dos camillas esperan a los pacientes quienes al ingresar lo primero que perciben es olor a incienso y música relajante.
En cada camilla se recuesta una persona, y con cada una de ellas, dos voluntarias comienzan a trabajar con la imposición de manos, que parte con la entrega de gotas de aceite lavanda en las manos, para ayudar a la relajación.
Se cubre el cuerpo y los ojos, y se pide a cada paciente respirar profundo. Las voluntarias extienden sus manos y comienzan -como describe Loreto- a tomar energía del universo, para luego limpiarla y traspasarla, a través de sus manos, a la persona.
"Esta energía va al origen de tu problema, de tu dolencia, porque lo último que se enferma es el cuerpo, primero nos enfermamos mentalmente porque tenemos una emoción que puede ser preocupación, rabia o pena, y esa la mantenemos por tanto tiempo que nos empieza a provocar dolores o malestares físicos", explica.
Son aproximadamente 45 minutos en que las voluntarias trabajan los chakras (centros de energía) del cuerpo, ya que cuando uno se bloquea, producto de alguna emoción retenida, se comienza a manifestar el malestar físico. Esto es los que perciben ellas. "No es que seamos médium, solo detectamos (el problema) por el calor que sentimos en las manos", recalca.
Las personas que llegan a solicitar el servicio de este voluntariado, que es gratuito ya que solo reciben aportes voluntarios, son derivadas por los médicos del hospital o consultorios quienes complementan sus tratamientos con esta terapia. A ellas se suman quienes llegan directamente.
Los motivos que llevan a que unas 10 personas toquen a diario la puerta de esta agrupación son diversos y van desde problemas como estrés o depresión hasta cánceres.
Una de ellas es Claudia Silva quien actualmente recibe asistencia psicológica para tratar una depresión postparto que la llevó -según cuenta- a vivir estresada y enojada.
Fue su psicólogo quien la refirió al voluntariado, el cual, afirma, le cambió la vida. "Antes a mis hijos los pasaba retando, y ahora todo ha cambiado. Siento calma", relata al indicar que este progreso ha hecho que ya no tenga que asistir al especialista todas las semanas.
Quien también ha optado por el reiki es Eva Ramírez, trabajadora social quien encuentra en esta terapia la relajación que requiere ya que en su trabajo debe atender a personas que llegan con múltiples problemas y a quienes trata de ayudar. "Se siente tranquilidad y salgo renovada", expresa.
El inicio
Entre los pacientes de estas voluntarias se encuentra un médico quien fue uno de los gestores para que esta terapia se brinden al interior del hospital.
Marcelo Contreras recuerda que fue en el año 2000, cuando ocupaba el cargo de subdirector médico subrogante, en que su colega Patricio Miranda le planteó la idea de incorporar esta terapia complementaria en el hospital, lo que se concretó con la emisión de una resolución para otorgarle un espacio físico al interior del recinto, el cual ha ido cambiando en el tiempo. "En el servicio público las terapias complementarias no tenían mucho espacio y son poco, desde el punto de vista médico, creíbles porque es distinto dar un fármaco u operar a alguien, que hacer imposición de manos. Yo siento que en ese tiempo fue un salto que se dio para hacer esto y hoy día se ven los resultados", precisa.
Además, reconoce que cuando un médico no puede ayudar a un paciente con terapias tradicionales, en la búsqueda de encontrar una solución, lo deriva al voluntariado.
Hoy esta agrupación espera que el Ministerio de Salud reconozca esta terapia complementaria, luego que el 2015 fue invitada a una mesa de trabajo para este fin.
"Esta energía va al origen de tu problema, porque lo último que se enferma es el cuerpo".
Loreto Toro, encargada del voluntariado"