El día sábado 5 de mayo en la página 4 de La Estrella de Iquique, apareció publicada una nota con relación al inicio de la discusión sobre la necesidad de crear una ordenanza municipal para multar el acoso callejero, imitando un poco lo avanzado en otras comunas del país como Recoleta y Las Condes.
Para esto, me llamaron el día viernes 4 y tuve una conversación de casi 12 minutos con el periodista, quien me pidió diferentes apreciaciones sobre esta y otras cosas del feminismo. En la nota finalmente aparece un párrafo de todo lo que conversamos; pero hay un pequeño apartado (con foto incluida, por ende espacio) con la opinión de cierto concejal de esta ciudad que:
1.- Cuestiona la connotación violenta del piropo.
2.- Quiere saber los parámetros para definir acoso y 3° quién tendrá la facultad de multar.
Me parece que se peca de "machocentrismo", cuando es más importante lo que piensa un concejal hombre que, dudo haya sufrido acoso callejero, que lo que pueda decir una mujer abiertamente feminista, como yo en este caso, pero que puede ser cualquiera de mis compañeras, hermanas y amigas, independiente de si es una autoridad o no.
¿Que no todos los piropos son violentos? Todos, señor concejal, son una agresión en cuanto vienen de alguien que no conocemos y que se arroga el derecho de opinar sobre la composición de mi cuerpo desde la sexualización.
Puede hablar de mis ojos, de mis manos, de mi trasero o de mis pechos y todos me agreden porque ninguno lo pedí.
¿Que cuáles serán los parámetros? Pues no lo sé, pero ¿no es acaso un político, en este caso el concejal aludido, un representante de la ciudadanía?, que lejos de cerrar espacios ante una duda, válida por lo demás, debe recurrir a la sociedad para encontrar respuestas, esa sociedad somos nosotras el día de hoy, levanten un cabildo municipal con convocatoria abierta para que debatamos y escuchamos las posturas de la población que está siendo afectada.
Creemos en una política donde los espacios para debatir se abran y no se cierren ante el primer tema en que no sabemos.
Y finalmente se pregunta quién multará, pues me imagino que inspectores municipales; recuerdo una época en la que tuvieron mucho tiempo para multar, por ejemplo, a ciertos camiones de comida, se me ocurre que esto podría ser escandalosamente más importante.
Camila Geraldo Bastías,
miembro Frente Feminista
Izquierda Libertaria
Iquique