Los que no tuvieron descanso en su día
Cientos de trabajadores, principalmente independientes y de negocios familiares, laboraron como cualquier día.
Ayer a las 4 de la mañana partió el día de Verónica Huanca, quien atiende una verdulería en el Mercado Centenario junto a sus hermanos e hijos.
"Yo vivo en Alto Hospicio y tengo que levantarme temprano porque tengo que ir al Agro a comprar la verdura. Luego la traigo, la acomodo y poco a poco empieza a llegar la gente y ahí se me va todo el día", dijo la mujer, quien abre su local de lunes a domingo desde muy temprano.
"El único día que descanso es cuando fumigan, que es una vez al mes", señaló Verónica, quien ayer escuchaba de lejos la música del acto del Día del Trabajador.
Recuerda que desde joven su vida está marcada por el esfuerzo. "Atendemos a veces hasta las 11 (de la noche) pero yo me voy un poco más temprano porque se quedan mis hijos que son más jóvenes", comentó.
Como ella, cientos de trabajadores en la región, en su mayoría independientes, ayer se levantaron temprano como cualquier día laboral para ir a sus fuentes de empleo, ya que para ellos no corre el feriado irrenunciable, tampoco para quienes laboran en cines, restoranes, casinos de juegos, personal de turno de hospitales y consultorios, policías, entre otros.
Carnicería
Ponciano García Vila ha dedicado 40 años de su vida al oficio de carnicero y ayer apoyaba a sus hijos en Carnes Frescas EIR ubicada en el mercado, precisamente para cubrir los turnos de quienes se tomaron un descanso.
"Yo vengo los fines de semana o los festivos para reemplazar a algunos que están descansando. La idea es tratar de atender lo mejor que se pueda al público. Esa es la idea de este negocio", comentó Ponciano, quien ya colgó el delantal y los cuchillos, pues solo trabaja los fines de semana.
"Ellos llegan a las 6 de la mañana y yo a las 9 y también me voy más temprano porque soy el más regalón", dijo entre risas. Un derecho que lo tiene ganado, ya que después de 25 años de labor ininterrumpida, por fin pudo independizarse y ser su propio jefe. Esto le permitió sacar adelante a su familia y con 40 años a cuesta decidió que sus hijos debían seguir la posta.
"En principio esto era mío, ahora es de mi hijo, pero como uno se retira, después se traspasa", explicó Ponciano, el patriarca de los García, quien disfruta con su jornada parcial.
"Todavía uno tiene algo que hacer, mucha gente conoce mi buena atención y disfruto de este trabajo atendiendo al público", señaló el comerciante, mientras cortaba un trozo de carne.
Turismo
Alicia Peralta y Diego Mora son una pareja que cuentan con un local de artesanía en calle Baquedano. A diferencia de la mayoría de los trabajadores, para ellos los fines de semana y festivos son una buena oportunidad para generar mayores ventas.
"Es el momento en que uno puede vender más y aprovechar para que algunos descansen porque no todo puede estar cerrado, hay que ser un poco criterioso y tener equidad para tener alguno que otro negocio abierto y dar una buena atención y entretención a las personas que trabajan todo el año", argumentó José Antonio Gómez, dependiente de la tienda Souvenir Prat, ubicada en la feria artesanal Luis Uribe.
Productos tan variados como lámparas de sal, adornos de cobre y alimentos típicos de la zona como chumbeques y zumos de fruta son parte de la oferta con la que intentan captar la atención de turistas nacionales y extranjeros.
Gómez enfatizó en que si se desea promover el turismo en Iquique, los comerciantes deben mantener sus locales abiertos en estas fechas, más aún en su caso en que comercializan artesanías.
No todo es malo, ya que en el caso de los trabajadores dependientes que hayan tenido que laborar este festivo, la ley establece que las horas extraordinarias deben pagarse con un cargo de un 50%.
"El único día que descanso es cuando fumigan, que es una vez al mes".
Verónica Huanca, dueña de una verdulería en el Mercado Centenario."