Uno que se abalanzó a Mascareña una vez que se decretó la victoria del púgil, fue su entrenador Charles Villarroel Brandt. Técnico del boxeador y líder del Charly Boxing Team. Emocionado -junto al deportista- se fundieron en un abrazo arriba del ring, y dedicaron la victoria a su difunto padre, Charles Villarroel. Consultado por el combate, aseveró que su pupilo y él están haciendo historia, en un duelo que lo tildó de "inolvidable". Acerca de un posible desafío que pueda recibir "Moncho" por parte de Marcial Carrión, el entrenador solo advirtió que el que quiera pelear con el campeón sudamericano, tiene que ganarse en el ring su derecho. "No es llegar y pelear con Ramón. Ramón ya es campeón chileno, sudamericano, y no porque hagan cinco combates van a querer pelear con el mejor. (En ese caso) Ramón no puede desafiar a Mayweather, sino que tiene ir escala a escala", finalizó.

Naguib Danilla Segovia

No era Las Vegas, sino la Casa del Deportista. A ratos el recinto ícono del deporte local asemejó tener el sábado pasado un espectáculo de box norteamericano,

El recinto, con una destacable producción, estaba colmado de gente que iba a ver la pelea de Ramón Mascareña frente al boliviano Eddy Salvatierra, quienes dirimirían el título sudamericano superligero del Consejo Mundial de Box.

La velada comenzó con cuatro combates amateurs, y dos semifondos (debutó con victoria el iquiqueño Argel en peso pluma). El ánimo estaba a tope, en el público se podía divisar diferentes autoridades y personalidades del pugilismo local, como el último campeón de Sudamérica que tuvo la ciudad, Eduardo "Maravilla" Prieto,hace 41 años.

Campeón

A las 23:51 se presentaban los dos luchadores en el ring. Mascareña salió enfundado con la camiseta del CDI que le regaló Álvaro "Chancho" Ramos y enarbolando una bandera celeste. En cambio, el boliviano lucía tranquilo, sabiendo que era el convidado de piedra.

Inició el duelo y los primeros segundos fueron de estudio, Mascareña tirabajabs y empezaba a conocer al boliviano, que poco ofrecía y solo se movía para esquivar los golpes del iquiqueño.

Ya pasado el primer minuto, el "Moncho" empezó a hacer lo suyo. Lanzó certeras izquierdas en el mentón de su rival y comenzó a fajar de derecha.

Así transcurrió el primer asalto. Round para el local, que ya se podía vislumbrar lo que vendría para más adelante.

Mascareña en el segundo asalto salió a "matar" y con acertadas "manos", logró enviar tres veces a su rival contra la lona instalada en la Casa del Deportista. El combate no daba para más, el árbitro decretaba nocaut técnico, y Ramón Mascareña se titulaba como el nuevo campeón sudamericano en la categoría superligero. Logro que devolvió a la "Tierra de Campeones" un título sudamericano en box, después de 41 años.

"Muy contento. Estaba nervioso en el camarín. Ansioso. Tenía muchas emociones encontradas (...) en el primer round yo estaba nervioso. En el boxeo uno no sabe lo que va a pasar. Una "mano" puede cambiar toda la pelea, aunque tengas todas las cartas a tu favor. Pero estabamos tranquilos, habíamos trabajado muy bien", comentó el campeón, Ramón Mascareña, luego de alcanzar el cinturón de box sudamericano.

Sobre sus nuevos desafíos, el púgil local no se guardó nada y reveló cuál es su próxima meta: el cinturón latinoamericano. "Vamos paso a paso. Primero (obtuvimos) el nacional, el sudamericano (y ahora) el latino. Pero hay que hacer las gestiones todavía, hay que hacer méritos", dijo el campeón iquiqueño.