Así se desarrollan los trabajos que dejan impecable el Huáscar
Además de las obras de mantención que se realizan cada cuatro años en dique seco, el buque museo es sometido a reparaciones para dar a los visitantes una experiencia óptima.
Alfonso Levet G. - medios regionales
Con total esmero y conscientes de que trabajan sobre un espacio histórico, personal de la Armada está dedicado por estos días en la mantención del monitor Huáscar, que permanece fondeado en la bahía de Talcahuano desde el año 1935.
El suboficial de maniobra Mario Osses es el contramaestre de la Reliquia Histórica (RH) Huáscar, nombre oficial del buque en la actualidad.
Aunque cada cuatro años el programa de mantenciones mayores considera la entrada de la nave a dique seco, actualmente "estamos realizando una tarea de mantenciones menores del buque en el punto donde habitualmente se encuentra en la bahía de Talcahuano", explicó el oficial.
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El suboficial Mario Osses cuenta que estar a cargo de las labores "tiene un valor especial para mí, tanto en lo profesional por el valor histórico del buque, como en lo personal, porque soy del puerto de Talcahuano".
De manera permanente, el Huáscar tiene un comandante y cinco personas que constituyen su dotación habitual. Ellos están dedicados exclusivamente a las tareas de mantención y conservación, así como al control general de las visitas que, durante todo el año, llegan a conocer el histórico museo flotante.
Los trabajos que se están realizando son el recambio de, aproximadamente, seis metros cuadrados de piso de la cubierta. "Es madera que se encuentra en mal estado y que se está reemplazando", explicó.
El suboficial detalló que "hay un trabajo que todavía tenemos que realizar, que es el reemplazo de la bomba de achique del buque, además del circuito, lo que nos permitiría achicar ante una eventual inundación que pudiéramos tener".
Durante este período extraordinario, que partió el 12 de marzo con la suspensión de las visitas turísticas al buque, la dotación permanente se refuerza con personal de obra y Construcción de la Segunda Zona Naval, que es la que está realizando el trabajo de reemplazo de las maderas de cubierta.
En total, son cerca de quince las personas que están trabajando a bordo, tanto en el exterior como en el interior de la nave.
Simultáneamente a las labores de carpintería que se desarrollan en la popa del barco, al interior se despliegan marinos cumpliendo labores principalmente de limpieza que, debido a lo estrecho de algunos compartimientos, debe hacerse de manera muy meticulosa.
Lámparas, vitrinas y marcos son revisados con especial cuidado, tanto por la delicadeza de las piezas, como por su incalculable valor histórico.
Abierto a la comunidad
Osses, que hasta ahora había desempeñado funciones en buques de la Escuadra Nacional, explica que "el propósito de la mantención es asegurar que la comunidad y las futuras generaciones sigan disponiendo del Huáscar para recordar la memoria y el legado de grandes marinos como fueron el comandante Arturo Prat, el comandante Thomson y el almirante peruano Miguel Grau".
En la temporada de verano las visitas se incrementan con la llegada de turistas, pero lo cierto es que el buque atrae gente de distintos puntos del país durante todo el año.
"No es que la gente pase por fuera y decida entrar a conocer el Huáscar", relata el suboficial Osses, sino que, por lo que cuentan los propios turistas, "la gente tiene contemplada la visita de antemano y por eso es tan importante tenerlo siempre en condiciones óptimas, para que la gente se lleve un lindo recuerdo de la visita".
Brillante conservación
No es casualidad entonces que la Armada de Chile haya recibido en 1995 el premio "Maritime Heritage" de parte de la fundación inglesa World Ship Trust, destacando el excelente estado de conservación del buque. El reconocimiento no es menor, teniendo en cuenta que el Huáscar fue botado al agua el 7 de octubre de 1865, y bautizado con su nombre en honor a un emperador inca.
El primer intento por restaurar el buque, tras su retiro del servicio activo en 1901, fue en 1924, cuando se organizó una colecta nacional que sin embargo, no prosperó.
El museo huáscar
En 1951 se tomó la decisión de comenzar a restaurarlo de manera definitiva para convertirlo en un "santuario flotante", hasta que llegó a ser el museo que hoy conocemos.
Entre 1971 y 1972, el Huáscar fue sometido a importantes trabajos de reparación y restauración en el astillero de Asmar, en Talcahuano.
Desde entonces, la reliquia histórica es sometida de manera periódica, cada cuatro años, a mantenciones mayores con entrada a dique seco por casi tres meses, como ya ocurrió el año pasado.
Durante este año la Armada ha estado celebrando el Bicentenario de la institución, y de hecho el lema "200 años de Tradición Naval" enmarcará las celebraciones del Mes del Mar.
El suboficial Osses no oculta el entusiasmo y emoción que le provoca, como marino y chorero, estar trabajando a bordo del Huáscar para esta ocasión especial.
"La tarea de mantención y conservación del buque es permanente, con el objetivo de que la comunidad pueda disfrutar del buque y mantener el museo abierto por mucho tiempo más", cuenta, "pero lógicamente que el mes Mayo tiene un valor muy importante para nosotros como dotación".
"Tiene un valor especial para mí, tanto en lo profesional como en lo personal, porque soy del puerto".
Suboficial Mario Osses,, Contramaestre del R/H Huáscar"