Karina Sánchez

Vestigios de la época salitrera y las quebradas precordilleranas con su producción agrícola y sitios patrimoniales, son los atractivos que ofrece al turista la comuna de Huara.

Siendo la más extensa en superficie de la región de Tarapacá, Huara se extiende desde la costa con sitios históricos como Pisagua o Caleta Buena, hasta la zona precordillerana con localidades como Chusmiza, Cultane, Chiapa o Jaiña, situadas sobre los 3.500 metros sobre el nivel del mar, cruzando la Pampa del Tamarugal.

Para llegar a la comuna y descubrir sus distintas localidades hay conectividad vial, a través de buses que tienen recorrido semanal a los distintos pueblos.

Si el destino es la capital comunal, Huara, está la facilidad de trasladarse en los buses con destino a Oruro o Arica.

Recorrido

Ya instalados en Huara, se sugiere recorrer la calle Arturo Prat y apreciar las construcciones en madera de pino oregón, que aún se mantienen y dan cuenta de un pasado próspero que muchos añoran.

El paso de los años y los terremotos, han ido mermando el patrimonio arquitectónico. Es así como la farmacia y droguería "Libertad" hoy está cerrada al visitante, debido a graves daños estructurales y a la pérdida de parte de su valiosa colección de frascos de porcelana.

Al norte de Huara, por la Ruta A -5, desplazándose unos diez minutos en vehículo, se encuentra la colección de geoglifos del cerro Aura y por la ruta internacional 15 CH, a 16 kilómetros, está el cerro Unita con el Gigante de Tarapacá, considerado el más grande del mundo a nivel antropomórfico.

Volviendo al pueblo de Huara, una alternativa de diversión es la piscina municipal, que funciona de martes a domingo entre 11:30 y 18:30 horas.

La instalación cuenta con una pileta exclusiva para menores de 4 años. El valor de ingreso es de $1.000 adultos y $ 500 los menores de edad.

Historia

Quienes deseen conocer la historia de Huara y su gente pueden ir al almacén de "La Mariquita", ubicado frente a la piscina, y conversar con la señora Manuela Rodríguez, testigo de los tiempos de auge y ocaso de la localidad. A ella le gusta compartir esas vivencias.

Sitio obligado de conocer es la iglesia del Santísimo Redentor, que data del 1900, donde San Alberto Hurtado realizó un retiro espiritual y compartió con la comunidad católica de las salitreras en el verano de 1951. El templo católico es de los pocos que tiene los tres materiales característicos de las construcciones salitreras: pino oregón, adobe y calaminas.

La comuna de Huara es conocida por circuitos que recorren localidades de importantes vestigios históricos, como Dolores, Pisagua y el poblado de Tarapacá, donde se celebra la fiesta de San Lorenzo. Existen varios hitos conmemorativos de gran valor. El primero de los monumentos se halla próximo a la aldea de Huarasiña y es conocido por algunos como el Monumento a los Caídos o Combatientes en la Batalla de Tarapacá, compuesto por una lápida simbólica, una cruz y el asta de la bandera. Al interior de la quebrada, junto al cerro Redondo y al río Tarapacá, se encuentra otro conjunto más grande y antiguo, consta del obelisco conmemorativo, una sencilla casita techada y el monumento con el busto del Coronel Eleuterio Ramírez. Otra unidad conmemorativa es la "pirámide", de unos cuatro metros de altura, que se encuentra en la Plaza Eleuterio Ramírez, frente a la iglesia.