"A las personas que no saben hablar del Barrio El Morro, no lo hagan"
Héctor Ahumada, vecino de hace cincuenta años del Barrio El Morro, se dejó llevar por los recuerdos y contó sobre cómo era la vida en este sector de Iquique, siendo uno de los lugares más históricos y con más tradiciones de la región.
Febrero es, sin duda, el mes de los carnavales en la ciudad de Iquique. Los diferentes barrios se comienzan a organizar para realizar lo que serán estas celebraciones que ya se han transformado en tradicionales y un legado para las futuras generaciones.
Una de las fiestas insignes es la del barrio El Morro. En ese lugar ya comenzó sus actividades artísticas y deportivas Héctor Ahumada Varas, de 52 años, quien habló sobre las celebraciones del lugar que lo vio nacer y del cual nunca ha salido.
- ¿Cómo se están preparando para el carnaval de este año?
- Yo por lo menos que estoy años llevando la batuta con muchos compañeros morrinos como Jaime Malagarriga, Rodrigo Malagarriga, Rodrigo Serrano, Angélica Latorre, el centro social, mi cuñado, mi hermana, estamos tratando de que todos los años haya algo diferente, queremos que nuestro barrio siga riendo y siga riendo por muchos años, pero que nos tengan paciencia, que no nos critiquen porque en este momento no hay un gallardete puesto, pero queremos que tengan un poquito de paciencia.
- ¿Por qué es importante perpetuar el legado de El Morro?
- Porque un barrio sin historia no es barrio. Porque qué saco yo con que el día de mañana mi descendencia diga voy a ir a conocer lo que un día fue el barrio El Morro, si no quiero eso para mi barrio porque así como yo vivo y vibro a concho con estas actividades yo quiero que también nuestra gente se impregne y la descendencia, el que llega como vecino y después dice con tanto orgullo soy morrino, para ser morrino tenemos que saber querer al barrio, tenemos que saber pelear por nuestro barrio, pero saber defenderlo en buena ley, no mintiéndole a la gente.
. ¿Cómo es la personalidad del morrino y sus familias?
- El morrino es de clase media pobre porque yo me siento orgulloso de mi madre pampina, de mi padre pescador y de toda la gente que aún yo veo y tengo la dicha de seguir conversando con ellos y siempre es lo mismo, no hay un tema diferente o sea si yo converso con Gustavo Ceballos, él me va a conversar de cuando manejaba la lancha de los señores Soria, cuando venían los gringos, los australianos venían a practicar la pesca de la albacora con caña que alguno que se acuerde de este término, "salir a altamar", son palabras dichas por él y es una cosa muy linda que hacía.
- ¿Qué rol cumplía el deportista antiguamente?
- El deportista era como el arroz graneado, le decían me falta un futbolista 'ya anda a buscarte a Juan, a Pedro o a Diego' y después a esos mismos los veían en un campo deportivo distinto. Por ejemplo, estaban jugando waterpolo, al rato estaban nadando y si les sobraba tiempo estaban haciendo fútbol, básquetbol y antiguamente este club tenía boxeo. Eran aperrados, se ponían la camiseta y yo te digo más, podían hasta dar la vida por su barrio y hoy no pasa eso, hoy en día el que da la vida por su barrio es porque lo mataron, porque estaba vendiendo droga o porque hizo otra cosa indebida y eso no quiero para mi barrio, yo quiero que los morrinos que viven afuera vengan al barrio pero vengan a criticar en forma positiva, que le digan al barrio, 'barrio El Morro, te queremos por tu tradición, por tu cultura y por tu esencia, gracias por todo lo que le has dado a nuestras familias y a nuestra ciudad.
¿Cómo era la vida entre los vecinos morrinos?
- Antiguamente este (Club Deportivo Unión Morro) era un fortín, por ejemplo, encontrábamos a los viejos y anda a meterles bulla cuando estaban jugando a la brisca, te echaban para afuera o de repente te decían, oye niño me está faltando vinito ¿me puedes ir a comprar? Íbamos donde la señora Neri o donde el Antuco que ahora es la botillería Los Socios, a la vueltecita teníamos al gringo Esteban, pero era una cosa tan armoniosa, habían varios lugarcitos, La Sirena, más allá donde se tomaban la cañita, pero toda la gente nuestra era de mar y entonces se levantaban a las seis de la mañana, algunos más temprano que otros llegaban y así era la vida del morrino, de personas inocentes de mente, nos hacíamos querer.
- ¿Qué va a pasar con esos tiempos?
- Esos tiempos no van a volver y todo lo que se va a llevar el tiempo se van a ir con los morrinos pero nos vamos a ir bien contentos con toda la enseñanza que nos dejaron nuestros viejos, por eso que la cultura de un barrio es impagable y que la gente que viene de otro lado nos trate de amartillar eso y derrumbar no se los acepto, si quieren conversar y también paso la voz a las personas que no saben hablar del Barrio El Morro, no lo hagan.
"Se ponían la camiseta y yo te digo más, podían hasta dar la vida por su barrio"
"Esos tiempos no van a volver y todo lo que se va a llevar el tiempo se van a ir con los morrinos"