Forja sus sueños entre los estudios y la limpieza de autos
Víctor llegó desde Chiloé para cumplir sus sueños, accedió a estudiar una carrera técnica a través de la gratuidad, lo que compatibiliza limpiando autos, ya que en su anterior empleo no le dieron flexibilidad para asistir a clases.
Víctor Ayancán Cañulef (27), pasa gran parte del día junto a su familia limpiando vehículos en las afueras de la Seremi de Educación en calle Zegers. Sin embargo, su rutina cambia radicalmente por las tardes cuando cambia el balde con agua y los paños por cuadernos y libros, para dirigirse a la universidad.
"Siempre quise estudiar, los profesores me aconsejaban salir de mi enseñanza media y seguir adelante, para tener un mejor futuro, pero por temas de plata, trabajo y luego fui padre, no se podía", comentó el joven, quien llegó a Iquique desde Ancud, Chiloé, para cumplir sus sueños, junto a su pareja Ivonne Subiabre (21) y su hijita, que en ese entonces tenía un año.
"Allá es muy difícil salir adelante, no hay estabilidad laboral, el trabajo es por temporadas y muy mal pagado", dice, mientras se esmera en el aseo de un vehículo.
"Acá llegué y empecé a trabajar altiro, al segundo día ya cobraba por estacionamientos", comentó el flamante estudiante, a quien le tocó precisamente el sector donde está la Seremi de Educación.
Estole brindó la posibilidad de conocer a varios funcionarios de Educación, quienes al compartir con Víctor y su compañera, comenzaron a motivarlo para que estudiara; un primer paso fue terminar su educación media y luego pensar en continuar con estudios superiores.
Gratuidad
Recién en 2016, aprovechando la proximidad de su trabajo con este organismo ministerial, cuando se daba un encendido debate a nivel nacional sobre los alcances de la Reforma Educacional, el joven chilote se acercó e informó sobre la Gratuidad y si él eventualmente podría acceder a ésta.
Como reunía todos los requisitos socioeconómicos exigidos, de ascendencia mapuche y parte del porcentaje más vulnerable de la población, Víctor se decidió a postular.
El caluroso mes de febrero de 2017 se enteró que había sido beneficiado para estudiar la carrera técnica de Electricidad Industrial en Inacap, totalmente gratis.
"Siempre me gustaron las matemáticas, el cálculo es una carrera que dura 2 años y medio y me da la posibilidad de buscar trabajo y luego si se puede, seguir perfeccionándome. La idea es que cuando termine, ella estudiará", comenta Víctor, mientras observa a Ivonne y a sus dos pequeños hijos, Isidora de 5 años y Tomás de 3, quien nació en estas tierras y que por estos días lo acompañan al trabajo, ya que están de vacaciones.
Inspiración
Fueron ellos precisamente quienes lo motivaron a la hora de pensar en perfeccionarse. "Soy padre de familia y sentía que tenía que estudiar para darle un bienestar a mis hijos".
No todo fue miel sobre hojuelas, ya que a la alegría inicial de que podría estudiar gratis, se interpuso una dificultad; en su trabajo no le podían brindar facilidades de horario para que asistiera al instituto, por lo cual tuvo que renunciar y reconvertirse laboralmente en limpiador de autos, ya que le otorgaba flexibilidad horaria, en el caso de requerir hacer algún trabajo o trámite en la universidad.
"No me podía quedar de brazos cruzados, ya que este es mi sustento para mis niños, esto es temporal de todas maneras, ya terminando los estudios, va cambiar nuestra situación", afirma con confianza y sencillez.
Aunque logró pasar todos sus ramos, reconoce que el primer semestre se le hizo un poco difícil, al volver a los libros después de tanto tiempo.
Su rutina comienza temprano en Alto Hospicio donde tiene su hogar, colabora en ir dejar a sus hijos al colegio, luego parte a su trabajo donde pasa gran parte del día, a veces acompañado por Ivonne, que trabaja haciendo aseo en casas particulares.
En la tarde parte a la universidad o cuando tiene alguna prueba, ya que allí puede estudiar con mayor tranquilidad y luego en la noche retorna a Alto Hospicio para por fin reencontrarse con su familia y compartir un momento.
Discapacidad
El carácter de Víctor, que enfrenta la vida con coraje y se sobrepone a la adversidad, no es algo casual, ya que a los 7 años sufrió un accidente de tránsito, que le amputó un pulgar y dejó secuelas en su brazo derecho.
"No me limita en nada, no ha sido un obstáculo", aunque afirma que no fue una etapa fácil, ya que su rehabilitación lo obligó a vivir un año con una familia que lo acogió en Puerto Montt, alejado de su madre, ya que Chiloé no cuenta con un centro de Teletón.
Hoy siente que la vida le sonríe a él y a su familia y lo que lo llena más de felicidad es que sus hijos se sienten orgullosos de él. "Mi hija está contenta, lo único que quiere es crecer e ir a la universidad conmigo", dice entre risas. "Su aspiración es esa ahora y eso es lo que yo quería también, que ellos se vean reflejados en mí, puedan algún día decir 'yo algún día igual quiero ser un profesional'".
Finalmente, al preguntarle sobre qué pensaba acerca de la gratuidad y todo el debate que se generó en torno a ésta, expresó, "me parece buenísimo, para mí era difícil pagarme los estudios superiores, ahora solo son las ganas de estudiar nada más; esto me pone muy contento y como yo hay muchos de jóvenes que están en la misma situación, que tienen las ganas de estudiar, pero no tienen cómo (pagar)", dijo el joven, quien ahora le dedica más tiempo al trabajo, para reunir dinero para este 2018.