Algunos se hacen llamar iquiqueños puros, otros se autodenominan iquiqueños netos, mas son la expresión de un habitante que en términos históricos es un iquiqueño del siglo XX, situado entre el ciclo salitrero y el ciclo minero a saber y en este tiempo desarrolla su memoria y recrea una historia de la ciudad, múltiple en interpretaciones que responde a una egohistoria, es decir, una historia desde lo vivido.
Los iquiqueños antiguos, como también otros los llaman, son parte de una tradición que lamentablemente se extingue y son reconocibles, porque son despedidos por bandas que tocan marchas militares de acuerdo a la costumbre militarista de la ciudad, ícono de la guerra de 1879 y el Himno a Iquique. En estos sepelios, acompañan estandartes religiosos o deportivos juntos también y en el caso de la burguesía local, se hace con obituarios en grandes cantidades, sin bandas y reposan en mausoleos, muchas veces de colonias extranjeras.
La iquiqueña o iquiqueño del siglo XX, tiene referencias orales de la matanza de la escuela Santa María en 1907 y hasta del combate naval de Iquique, todo ello desciende a la memoria y denomina a las escuelas municipales por su numeración fiscal; la 1, la 2, la 3, la escuela 4, la 6, etc y los liceos como el de Hombres y el de Niñas, así como al Politécnico, lo llama aún Industrial.
En deportes, reconocen figuras y militan socialmente en clubes deportivos y tienen referencias de los clásicos, son críticos del deporte actual y también de la juventud y se resisten en parte a la inmigración, aunque ellos mismos descienden de inmigrantes nacionales y extranjeros.
Han sido testigos del cambio del centro y surgimiento de la Zona Franca, se quedan en sus barrios y no son parte del espectáculo de fuegos artificiales, sino de fogatas y de monos quemados en sus poblaciones, hacen cola de mono o pantera rosa y se van a la playa durante semanas luego del 1 de enero, generalmente se preparan para esa fecha con ceviches, hechos por ellos mismos y pescado escabechado, aprovechando la llegada de las palometas, antes lo hacían con la hoy ausente cojinova.
El 21 de mayo es la referencia identitaria, se hacen parte de la historia y se visten para la ocasión, como lo hacían para el 18 de septiembre, añoran el pasado, dicen que Iquique era mejor antes que llegara la gente mala y ven como cada día quedan menos con el respeto al que parte de este mundo y acudiendo a despedirlo, prefieren la Funeraria "La Humanitaria", porque es de iquiqueños.
"Son parte de una tradición que lamentablemente se extingue".
Patricio Rivera Olguín,, Historiador Unap."