EDITORIAL
Ambiente cívico
Pese al revuelo mediático que se generó días previos a la elección en Tarapacá, tras la agresión denunciada por el senador Fulvio Rossi, el proceso eleccionario en la región se desarrolló no solo con normalidad, sino con una interesante participación de los electores.
Al menos en lo que se podía ver antes de que se dieran a conocer las cifras, los tarapaqueños, y en especial en Iquique, se hicieron presentes en los locales de votación.
Desde temprano se comenzaron a constituir las mesas y ya cerca de las 11 horas los locales estaban repletos, con filas en cada una de las mesas, pero a pesar de la demora de 30 minutos en promedio que acusaban los electores, todos se dieron el tiempo de ejercer su sufragio.
Por otro lado, los candidatos se portaron a la altura de las circunstancias y fuera de las declaraciones, no se provocaron los enfrentamientos del pasado. Fueron a votar en familia y con sus adherentes, y aunque algunos se cruzaron no hubo problemas.
En esta oportunidad son cuatro elecciones en un solo día, lo que da cuenta de la importancia del proceso, y aunque la presidencial recién se definirá en el balotaje, la región tendrá por primera vez dos representantes propios en la Cámara Alta, luego de la separación de la circunscripción.
Sumar otro representante en la Cámara Baja, también tendrá repercusiones respecto a los intereses regionales.
El principal ejemplo lo dieron los electores, quienes mostraron que la tradición democrática del país no se ha perdido, independiente del voto voluntario. Incluso llegaron algunos votantes que se ofrecieron por voluntad como vocales ante la ausencia de quienes estuvieron ausentes.
Sin duda, hay que seguir mejorando este proceso, sobre todo con el fin de ajustar de mejor forma el padrón para que no sigan figurando personas fallecidas, pero se debe reconocer que se dio un gran paso en el perfeccionamiento de la democracia con los chilenos que pudieron sufragar en el extranjero.
Siempre hay candidatos ganadores y perdedores, pero es el país el que gana cuando las personas participan en el proceso electoral y lo hacen con responsabilidad.
"El principal ejemplo lo dieron los electores, quienes mostraron que la tradición democrática del país no se ha perdido".