Confirman escasez de pescado en las costas de Tarapacá
Pescadores y expertos se refieren a las causas y efectos de este fenómeno que está ocurriendo a nivel mundial, pero que en la zona norte, se ha exacerbado en los últimos años, con la extinción de algunas especies.
"Acá en el norte no tenemos pescado, la mayor parte del pescado se trae del sur, lo que es la merluza, el congrio, la reineta, y el pescado de orilla es casi nada. Porque aquí desaparecieron muchas especies, como el pejeperro, el mulato, el lenguado, antes teníamos abundante", cuenta Juan Sanhueza, pescador de la caleta Riquelme sobre la situación que experimentan él y sus compañeros ante lo que entre ellos denominan como una "crisis pesquera".
Y es cosa de acercarse a los locales de expendio de pescados en la ciudad, para que los mismos clientes, expresen con preocupación la falta de especies del litoral, que acostumbraban a comprar en la zona.
"Vengo a comprar lo que encuentre la verdad, pero en general este año me he encontrado con pura reineta y uno que otro congrio. Ahora estoy esperando si este año se dará el dorado", exclama Victoria San Martín, durante su compra en el mercado Centenario.
Los pescadores
Según relatan los mismos pescadores, es que ahora salen a la mar y no vuelven con el recurso de antaño. "Tenemos que ir dos o tres días para pescar algo de lo que antes pescábamos en un día y más", señaló Juan de caleta Cavancha.
Por su parte, Jorge Charlín, pescador de la caleta Riquelme, expresa que en "los últimos 10 años empezó a disminuir el pescado. Pero este año ha sido grave, gravísimo. Si este año no hubieran entrado esos monos que llegaron con la corriente del niño, eso es lo que ha estado salvando a los pescadores, porque no ha habido nada, nada", comenta.
Según ellos, hace unos 10 años atrás se pescaba la corvina, la cojinova, el jurel y el mono que era estacional.
"Todos esos peces ya no hay. Ahora no se encuentra nada. Yo voy a calar las redes en la noche y no saco nada, con suerte en la semana salgo 3 veces, y en una de esas veces traigo pescado. Antes donde uno iba había pescado", cuenta Charlín.
Los factores
A juicio de los hombres de mar, el mayor detonante para esta baja en la cantidad de peces que experimentan se debe a la sobreexplotación de la actividad industrial, que ha barrido con buena parte de los recursos marinos, especialmente con la nueva ley de pesca que permite el ingreso de embarcaciones desde la 1° milla hacia adentro, antes permitida solo para los artesanales.
"Son los barcos chicos, los "suzuki", esos son los que depredan la orilla. Ellos no tenían límite de orilla, donde están los huevos, las larvas, todas las especies que se están criando. Ellos trabajan para la pesca industrial. Y ahora con la nueva ley de pesca que deja que las lanchas lleguen a la milla 1, se pueden meter hasta la orilla y no dejan que el pez se reproduzca. Y como ya no hay anchoas, el pez no tiene qué comer y desaparece", indica Charlín.
A ello, suman el aumento en la cantidad de buzos ranas, que con arpones "han hecho desaparecer todas las cabrillas, apañados, los mulatos, los hachas", según cuenta el pescador, quien antes "sacábamos cantidades inmensas, habían muchas antes, de 8 a 10 kilos. Las hachas más de 20 años que ya empezó a disminuir, la cojinova también", recuerda Charlín, quien precisa que de las cojinovas ahora solo se pueden capturar entre 30 a 40 en 4 a 5 días en altamar, a diferencia de otros tiempos en que en un día se pescaba más de 200 unidades".
La tendencia
Si bien, los pescadores locales, entregan sus testimonios de lo que experimentan a diario, las cifras mundiales también los respaldan, puesto que apuntan a una disminución de los recursos marinos del tipo extractivo y un aumento de aquellos que pueden ser cultivados.
En ese sentido, el director zonal norte de la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, (Subpesca), Marco Soto, comenta que a través de la misma Fao (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en el año 2016, se confirmó que "desde el año 50 la captura de peces extractivas ha venido disminuyendo o estancando. Hay un conjunto de argumentos que afectan esa disminución, sin embargo es una tendencia que se está experimentando a nivel global".
De acuerdo a las cifras específicas de Tarapacá, aportadas por Subpesca, y solo considerando los peces que se extraen de sus costas, entre el 2010 y el 2013 se capturaron en torno a las 20 mil toneladas de dichos recursos, bajando a 11 mil en el año 2014, y aumentando a 46.356 en el 2015, y llegando a 12.721 el año pasado.
Si se consideran las cifras del año 2010 con relación al último año reportado, es decir al 2016, la disminución ha sido de un 46% de extracción de peces en Tarapacá.
Sobreexplotación
Para el biólogo pesquero de la Universidad Arturo Prat, Miguel Araya, de acuerdo a los diagnósticos que han realizado desde Arica a Coquimbo, y de su propia experiencia en el sector, la disminución de recursos pesqueros se argumentan en factores como el cambio climático y la sobreeexplotación.
"Una de esas (causas), y que no se puede desconocer, es que aquí hay sobreexplotación, hay que pensar que estos peces de roca o litoral no tienen medidas de regulación. Excepto la corvina que en este minuto está en veda y el lenguado que tiene un tamaño mínimo de extracción. Yo me pregunto se respetan las tallas mínimas de lenguado y no tan solo con pescadores artesanales, sino que también con las personas que van a las playas a pescar día a día, y uno se pregunta si ellos respetan esa talla mínima legal", enfatiza.
Por otra parte, el profesional menciona que se ha detectado, claro que no avalado en estudios, sino que en la observación "de varias personas que coinciden que en cierta medida la disminución de la anchoveta, que es la base de la alimentación de muchos peces, lo que habría influido en sus tasas de crecimiento, en su fecundidad y otros aspectos. Lo más grave, y que va a explotar de alguna manera, y no sabemos con qué consecuencia, es la extracción de algas, sobretodo la que se realiza ilegalmente y que los que están en el sector, se dan cuenta de ello", advierte.
Para Araya, lo que está ocurriendo ahora, y que seguirá si no se toman medidas, es que se comenzarán a capturar otro tipo de peces más pequeños.
"Hay dos cosas ahí, disminuye la abundancia y se pescan peces más pequeños de los mismos y posteriormente ahora se capturan, ya varios años atrás, la pintacha, lo que es kerbilla y bauco, y eso es en toda la zona norte. Eso antes no se capturaba y quienes lo capturaban lo devolvían al mar. Y ahora con la escasez están sacando estos peces y lo más probable es que en el futuro vayamos a sacar otros peces como las castañetas que son más pequeñas".
Revertir la situación
Respecto a que acciones se deben considerar para poder cambiar esta tendencia que está presente a nivel mundial, el profesional de la Unap, mencionó la creación de áreas protegidas como las que existen en Chañaral (Aceituno) en la 3° región o en Punta Choros, donde ha podido observar abundancia de peces como el pejeperro, lenguado, apañado, cabrilla, vieja y mulato de un tamaño mayor.
"Una alternativa y para la zona norte a pesar de que a nivel de autoridad y país que nos jactamos de tener varias áreas marinas protegidas como son las islas y todo lo demás, pero el problema no lo tenemos allá, sino que acá al frente de nuestras costas. Aquí debiera enfocarse un área marina protegida donde pudieran estar estos peces, desarrollar todo su ciclo vital y también aportar hacia los lados con huevos y otros ejemplares".
De la misma manera, Araya, agrega que se desconocen los tamaños mínimos de desove y de madurez para adelante empezar a capturarlo.
"Al menos la idea es que estas especies se puedan reproducir una vez. Lo que quiere cualquier pescador es que se capture un individuo más grande y ese es el gran problema, que al sacar al individuo más grande, en el caso de las hembras estamos sacando a los individuos que tienen mayor cantidad de huevos de mejor calidad, al final le estamos dando el mayor trabajo a los individuos pequeños que están desovando antes, pero la calidad y cantidad del huevo es distinto", argumenta el facultativo, junto con advertir que también se debe trabajar en un tema de consciencia para quienes pescan, comercializan y compran.
Lo concreto
En cuanto a las acciones concretas en Tarapacá, el director zonal de Subpesca, menciona el trabajo con la acuicultura que realizan con el ostión y la ostra, el proyecto de cultivo de Corvinas con la Unap, Fundación Chile y Corfo, y el cultivo de micro algas como la espirulina en el interior.
"Hemos hecho algunas propuestas que tenemos que poner en funcionamiento de medidas de administración vedas y tallas mínimas. También estamos trabajando en área de manejo para los recursos, planes de recuperación de pesquerías, y comité de manejo. Lo que hemos conversado con los pescadores es la necesidad de diversificar, porque dicen que no tienen qué sacar, la especie desapareció, qué hacemos entonces. Y les decimos, busquemos otra alternativa y con eso estamos trabajando", puntualizó.
"Han hecho desaparecer todas las cabrillas, apañados"
Jorge Charlín"