"No porque doy dinero una vez al año significa que soy inclusivo"
Loreto Fredes, kinesióloga, lleva casi 20 años trabajando en rehabilitación de personas en situación de discapacidad. Cree que falta educación para que la sociedad aprenda efectivamente a incluir.
Faltan pocos días para la Teletón y la kinesióloga Loreto Fredes, que ha dedicado toda su trayectoria laboral a la rehabilitación y a la integración, pide que la comunidad internalice la inclusión los 365 días del año.
Desde el 2001 a la fecha ha trabajado, tanto en Teletón como en la Escuela Los Tamarugos, a lo que se suman tres años de voluntariado durante su época universitaria y su labor como activista de la inclusión en su tiempo libre en las agrupaciones Incluye y Circuito Norte.
-¿Qué nos falta para ser inclusivos?
-Comprender el tema, inclusión es una palabra que ha estado manoseada en los últimos años, significa acción de incluir y a nosotros nos falta acción. Los que trabajamos en este medio estamos todo el tiempo luchando con esto.
Si hay una campaña que te muestra un caso por televisión, O.K., en algún momento nos preguntamos ¿si somos capaces de ser parte de ese caso?. No porque doy dinero una vez al año significa que soy inclusivo, pero qué pasa el resto del año. La inclusión no solo se trata de personas con discapacidad, sino de aceptar la diversidad y ahí estamos un poco pobres como sociedad. Los que estamos en este medio tenemos una gran labor que es educar. Cuando educamos y damos la experiencia de participar, tú comprendes mejor.
-¿Qué piensa del Programa de Integración Escolar (PIE)?
-La educación tradicional ha ido evolucionando, falta, pero se ha avanzado.
-¿Qué falta?
-No porque tengo niños en un colegio significa que estén incluidos...Falta potenciar un poco más las estrategias a nivel educacional, a nivel del equipo porque no solo son docentes, también es todo un apoyo técnico a este programa, quizás el tiempo para que todos se coordinen en los diferentes colegios y volvemos a esto que la inclusión también tiene que ver mucho con la motivación personal de cada profesional.
Acá en la Primera Región se ha visto harto el deporte adaptado para que todos puedan jugarlo o participar de él y también el deporte competitivo, el paralímpico. Tenemos referentes a nivel regional, IND ha hecho todos estos programas de deporte donde todos están involucrados, tanto discapacidad motora, sensorial e intelectual. A pesar que faltan cosas en inclusión, que es la acción, también se han dado pasos que nos permiten sumar.
-La Escuela Especial Uruchi fue intervenida por el Mineduc y el municipio ¿Son necesarias estas escuelas porque todo apunta a que van a desaparecer?
-Me alegro que la Municipalidad de Alto Hospicio haya tomado este grupo de personas porque son un buen equipo de trabajo.
El decreto 83 (que norma la educación especial en Chile) no significa que después las escuelas especiales no van a existir, sino que se va a tratar de que la mayoría de los niños se puedan incluir en los diferentes colegios. Es un decreto bastante lindo que habla de la inclusión y este derecho a la diversidad y a ser diferentes, pero vamos hacia allá, no sé si el 2018, 2020 vamos a estar listos, porque se ha ido formando en estos años este trabajo, que no es simple porque la gente no lo comprende y ahí es donde creo que a los profesionales que trabajan en el área necesitan más capacitación y los que no más educación. Además la educación no solo depende del colegio, también de la familia, es una complicidad.
-¿En qué nos falta educación?
-Cosas tan simples como respetar el estacionamiento de los supermercados, las filas del banco, nos falta abrirnos y ser capaces de mirar al que está al lado y salir de nuestro metro cuadrado.
-El Estado implementó la accesibilidad universal, el voto asistido, el 1% para los trabajadores...
-Hemos avanzado, pero aún falta...siento que la discapacidad intelectual y sensorial son el pariente pobre entre las personas en situación de discapacidad, las falencias que puedan tener los colegios especiales o el PIE en lo que tiene que ver con los espacios o el recurso humano...¿Qué pasa con las personas mayores de 40? (entre los 40 y 60 años se concentra el mayor porcentaje de discapacitados) Están los centros comunitarios de rehabilitación, fantástico, pero tampoco dan abasto para que todos puedan rehabilitarse, faltan más recursos.
- ¿Cómo se debe llamar a las personas con alguna discapacidad?
-La palabra correcta a nivel de gobierno es persona en situación de discapacidad, porque se encuentra con una condición, también se habla de persona discapacitada, la cual tiene una condición que tu cuerpo no está funcionando de forma adecuada. Capacidades diferentes o capacidades especiales, no, porque todos tenemos capacidades diferentes...o simplemente Loreto o Ximena. Yo tengo amigos que son súper entretenidos y se encuentran en una situación de discapacidad y ellos se ríen muchos de estos términos... Juan que tiene síndrome de Down, pero él no es el niño Down, Down es la patología, todos son diferentes... tampoco niños especiales porque para cada padre su hijo siempre va a ser especial sea quien sea.
"No porque tengo niños (discapacitados) en un colegio significa que estén incluidos."