Karina Sánchez

Hace 37 años que José Saavedra, integrante de la agrupación "Amigos de Pica" se conformaba con mirar a la gente divertirse y bañarse en el mar. Ahora, con una sonrisa en su rostro, cuenta que no puede creer que llegaría el día en que podría entrar de nuevo a las aguas de Cavancha, luego de padecer distrofia muscular, enfermedad que lo tiene en sillas de rueda desde los 30 años.

Como él, ahora personas con movilidad reducida así como problemas de discapacidad, podrán acceder al mar. Tal como lo había anunciado tras visitar la misma experiencia en Arica, y después de someter la votación de los recursos al consejo regional, ayer la intendenta Claudia Rojas dio el vamos a la playa inclusiva.

Trabajo conjunto

La iniciativa cuenta con la incorporación de diez sillas anfibias traídas de España, para que el popular balneario se sume al programa de playas inclusivas que en Chile lo integra un total de 19 localidades costeras. De hecho, la Municipalidad de Iquique también apuntó a permitir el acceso universal a la playa este último verano.

El alcalde subrogante, Marcos Pérez, recordó que el gobierno comunal inició este proyecto a fines del año pasado, cuando se construyeron dos rampas de madera y se adquirieron cuatro sillas.

Tanto Pérez como Rojas aplaudieron el trabajo conjunto, porque favorece la integración de personas en sillas de rueda, tercera edad y embarazadas.

La intendenta recordó que en abril viajó a Arica para observar el modelo de playas inclusivas, el que fue replicado en Iquique con apoyo del Core.

Además, seis monitores se sumaron al proyecto, jóvenes con déficit intelectual del Centro de Capacitación Laboral, tal como lo informó el director de esa entidad, Gabriel Peña.