Descubra cómo regalonear a la futura mamá con un rito pensado para ella
A diferencia de los difundidos "babyshowers", que están pensados en las guaguas, las ceremonias de bendición maternal o "blessingways" son una instancia para que las madres reciban apoyo de sus amigas. Puro poder femenino en acción.
Natividad Espinoza R.
La celebración de un babyshower cuando un nuevo hijo o hija está por llegar, se ha ido transformando en una tradición en Chile. Las encargadas de organizarlos son generalmente las amigas de la futura mamá, quienes invitan a un grupo de cercanas a compartir una tarde dedicada al integrante de la familia que está en camino, llevándole regalos y haciendo juegos y otras actividades centradas en el futuro recién nacido.
Sin embargo, estos festejos no son los únicos por los que están optando las futuras madres. Hay otros que, poco a poco, están ganando adeptas en Chile.
Se trata de las ceremonias de bendición maternal o blessingways, que, si bien tienen un origen estadounidense como los babyshowers, tienen un foco diferente.
Así lo explica Carla Vergara, directora creativa del after school Kidster de Santiago, que desde 2016 realiza encuentros de este tipo.
"Las ceremonias de bendición maternal vienen de una tradición de los indios lakota que se llama 'blessingway'. El encuentro consta de una actividad con las amigas de la embarazada, donde el centro es la mamá, no el bebé, y se rescata lo sagrado de la maternidad", dice.
Se trata de ceremonias que en ese centro cuestan unos $130 mil, pero que con amigas organizadas y empeñosas, se pueden producir en forma privada y por menos plata.
¿cómo son?
Vergara cuenta que los ritos nunca son iguales, pero que sí hay una estructura que se suele seguir. "Primero hay un instante de conexión, de focalización en el presente, donde todas entramos en una sintonía adecuada para la ceremonia".
Añade que "después de eso, lo que hago es leer un poema que me encanta, que habla de cuando las mujeres se juntan alrededor del fuego y también sobre el sentido de esta ceremonia, que tiene que ver con recuperar el sentido de tribu, de cuando las mujeres se acompañaban todo el rato en el embarazo, cuando tenían la guagua y luego de tenerla".
Tras decir esas palabras, se hace una manualidad para la mamá o para la guagua, usando el arteterapia.
"Pueden ser unos banderines hechos de tela, una frazadita de retazos de género o un cuadro donde todas plasmen sus deseos de que salga todo bien en el parto, para que a la madre le sirva de apoyo moral cuando tenga contracciones. La idea es que sea algo que les quede", enfatiza.
Las jornadas se cierran con un rito que una a las mamás. Por ejemplo, pasar una lana roja por las muñecas de todas las asistentes y cortarla. La idea es que cada una se quede con una "pulsera" hasta que nazca la guagua, comprometiéndose a prender una vela cuando la festejada esté en trabajo de parto, para crear lo que ella denomina "una red energética", pero que, para alguien escéptico, es una forma de apoyo.
Beneficios del evento
La facilitadora de blessingways, Constanza Opazo, cuenta que hay ceremonias, como las que ella organiza, que incluyen conversatorios en torno al parto, en los cuales se pueden formular preguntas. "También hacemos lavados de pies para sacar los miedos y hablamos de ellos. La idea es dedicar una tarde para sentir y conectar con esta nueva llegada", precisa.
Resalta que la importancia de estos lazos es tal, que hay estudios que aseguran que ayudan, por ejemplo, a bajar las depresiones post parto.
Ambas expertas coinciden en que, si bien es positivo contar con una infraestructura preparada para realizar estas ceremonias, también es posible efectuarlas en las casas de las futuras mamás.
Duran entre dos y tres horas y se recomienda que en estas participen solo mujeres.
"Consta de una actividad con las amigas, donde el centro es la mamá, no el bebé".
Carla Vergara, directora creativa de Kidster"